Los cirujanos miran cada vez mas hacia los orificios naturales de entrada al interior del organismo humano para imponer el concepto de minima invasión.
Un equipo de urología del hospital Edouard Herriot de Lyon, Francia, dirigido por el Dr. Xavier Martin, convirtió el ombligo en una apertura segura. Logró extirpar por esta vía un riñón de una paciente lyonesa de 45 años, decidida a donar uno de los riñones a su marido.
El hospital Herriot sostiene que es la primera operación de este tipo realizada con éxito en Europa.
La paciente pudo abandonar el hospital y retomar la vida normal sin síntomas 4 días después de la intervención.
La nueva técnica podría contribuir a aumentar el número de donantes por las numerosas ventajas que presenta: los tiempos de recuperación se reducen a la mitad, el dolor prácticamente no existe, el riesgo de hemorragia es mínimo, y algo muy importante para la estética: la operación no deja cicatrices.
En Francia solo el 10% de las donaciones proviene de personas vivas. Según el Dr. Xavier Martín, con un donante vivo se obtiene mejores resultados. En el caso de donaciones cadavéricas, la supervivencia media es de 15 años; en el caso de donante vivo, de 22 años.