Desastre. El derrame de crudo es considerado el más grande desastre de la historia en el Golfo.
La petrolera BP tuvo que retrasar por un problema técnico las últimas pruebas para determinar si procede al sellado definitivo del pozo averiado en el Golfo de México mediante una inyección de lodo pesado a través de la cabeza del manantial.
En un comunicado, BP explicó que "durante las preparaciones para comenzar con las pruebas de inyección se ha descubierto una pequeña fuga hidráulica" en uno de los sistemas de control.
La multinacional calcula, no obstante, que podrá llevar a cabo las pruebas hoy, al igual que la operación de sellado denominada "static kill" (eliminación estática).
Esta operación busca, mediante la inyección de cemento y lodo pesado, empujar el petróleo hacia su lugar original, un depósito situado a 4 mil metros bajo la superficie marina.
Thad Allen, el almirante retirado que dirige la respuesta del Gobierno al vertido de crudo, indicó que las pruebas durarían unas cuatro horas y dependiendo de los resultados comenzaría el "static kill".
Se prevé que ese procedimiento que se realizará desde la boca del pozo averiado, llamado "Macondo", se prolongue entre 33 y 61 horas, según Allen.
Para asegurar que el pozo queda cerrado, la firma responsable del que es considerado el peor desastre ecológico en la historia de Estados Unidos procederá a continuación a clausurar también el pozo en la parte inferior, mediante un procedimiento bautizado como "bottom kill" (eliminación desde el fondo).
Esa operación se llevará a cabo a través del pozo auxiliar que excava BP.
Kent Wells, vicepresidente ejecutivo de BP, dijo ayer a los medios que esperaban que, de no haber contratiempos, toda la operación debería estar finalizada entre el 11 y el 15 de este mes.
'No son más tóxicos'
Los millones de litros de químicos que se han rociado en el Golfo de México para fraccionar el crudo en pequeñas partículas e impedir que éste flote en la superficie no son más tóxicos que el petróleo, reveló ayer un nuevo estudio. El informe divulgado ayer por la Agencia de Protección Medioambiental (EPA) estadounidense concluye que el químico disolvente empleado en el Golfo, el Corexit 9500A, es igual de tóxico que productos utilizados en otros derrames.
El Gobierno de EU ha sido criticado por haber dado luz verde a la inyección masiva de químicos en las aguas del Golfo, cuyo impacto a largo plazo es todavía ampliamente desconocido.
Lisa Jackson, directora de la EPA, explicó en un comunicado que el uso de químicos se redujo de forma dramática a finales de mayo.
Según los datos de la EPA, la mezcla de los químicos con el petróleo es prácticamente igual de tóxica que el petróleo sin mezcla.