No llegó. A su entrada al Seguro Social de Matamoros, José Genaro Muñoz Ruiz ya no presentaba signos vitales. EL SIGLO DE TORREÓN
Un hombre de 41 años de edad que recibió un disparo de arma de fuego en el glúteo izquierdo, no alcanzó a recibir la atención médica que le salvara la vida y falleció poco antes de ingresar al Seguro Social de este municipio.
LO ENCONTRARON TIRADO
El hombre fue encontrado por un par de sujetos en una de las calles del ejido La Ventana, perteneciente al municipio de Viesca, herido de gravedad.
Aún con vida, les dijo a los sujetos que lo trasladaran a alguna institución de salud para que le brindaran los servicios médicos que lo ayudaran a preservar su vida.
Las personas accedieron a la petición del convaleciente sujeto, pero en el camino al parecer se desangró y a su ingreso a la institución de salud ya no presentaba signos vitales.
Luego de dejarlo en las instalaciones del Seguro Social los dos se fueron sin proporcionar sus datos ni ninguna otra información al personal de la institución.
A la 1:20 de la mañana el agente del Ministerio Público de Matamoros en compañía de elementos de la Policía Investigadora acudieron para dar fe del desenlace, tras recibir el aviso del deceso del occiso.
AHÍ LO DEJARON
En entrevista con el médico encargado, éste les dijo que las personas que lo habían ingresado al hospital se habían marchado argumentando que no conocían al occiso y que sólo lo habían ayudado por su petición. Además que el hombre, a su ingreso, ya no presentaba signos vitales.
Entre su ropa las autoridades no localizaron identificaciones, pero más tarde la esposa del occiso se presentó para reclamar el cuerpo y hacer la identificación oficial.
Dijo que en vida respondía al nombre de José Genaro Muñoz Ruiz, de 41 años, y tenía su domicilio en el ejido Rancho Alegre de Torreón.
La mujer manifestó que se enteró de lo sucedido por una conocida que le había avisado, pero que desconocía las circunstancias en las que su marido había recibido el impacto que la costó la vida.
El cuerpo fue trasladado al anfiteatro del Hospital Universitario de Torreón, para la práctica de la necropsia de ley.