Carencias. Aunque no es mucho, faltan algunas herramientas para el Rastro Municipal. EL SIGLO DE TORREÓN / PRIMITIVO GONZÁLEZ
El pasado mes de mayo se reinauguró el Rastro Municipal de Madero, luego de casi un año de estar clausurado por parte de la Secretaría de Salud, pero ahora lo han abandonado de nueva cuenta, pues falta equipo y aunque no es muy caro, alrededor de cuatro mil pesos, no se pudo adquirir porque no había quién pagara en la Tesorería Municipal y el proveedor se regresó con la mercancía.
RENOVADO Durante una visita realizada el día de ayer al citado rastro, que cuenta con equipo moderno gracias a la fuerte inversión de la actual Administración Municipal, se pudo conocer que la pistola de fulminantes con la que sacrifican a los animales, tiene dos semanas descompuesta y la matanza se sigue haciendo a la antigüita, es decir, a cuchilladas.
Faltan también las sierras para el corte del canal y otras pequeñas refacciones que en conjunto suman poco más de cuatro mil pesos y se hizo el pedido al proveedor de Monterrey, Proyectos Integrales TIF.
LA REGRESAN
El administrador del Rastro Municipal, Jesús Hernández Murillo, hizo el pedido y el martes pasado acudió el representante de la empresa proveedora a entregarlo, pero no lo dejó porque no pudieron hacer efectivo el cobro, de tal manera que continúan las carencias.
"Yo creo que al presidente municipal, Cristóbal Marrufo, no le informan cómo está la situación y aunque quisiera yo arreglar, no puedo porque no tengo dinero para pagarle al proveedor, que me dijo que iba estar dos días en Torreón, pero no encuentro al tesorero para que autorice el pago", dice Hernández Murillo.
ANTECEDENTES
Luego de años de sacrificar las reses para el consumo de los maderenses en un matadero anti-higiénico, la Administración Municipal pasada construyó un nuevo rastro pero con diversas carencias.
En reiteradas ocasiones, la Secretaría de Salud emitió varias recomendaciones para subsanar las irregularidades que había detectado en sus visitas al Rastro Municipal, pero hicieron caso omiso y en julio del año pasado lo clausuraron a través de la Jurisdicción Sanitaria No. VII, a cargo de Irma Santoyo Gómez.
La Administración Municipal pasada dejó como herencia la remodelación del rastro al actual alcalde, Cristóbal Marrufo, quien invirtió recursos y lo reabrieron, pero ya tiene carencias.