Poco equipo.No todos los hospitales están preparados para atender una emergencia relacionada con el embarazo y el parto.
En el país, sólo 380 hospitales de los alrededor de mil 200 que hay cumplen con las características para atender una emergencia obstétrica y evitar así la muerte de la madre durante el parto. De acuerdo con la directora del Centro Nacional de Equidad y Género y Salud reproductiva de la Secretaría de Salud, Patricia Uribe, se ha identificado una lista de nosocomios que cuentan con el equipo y el personal calificado para atender problemas relacionados con el parto como hemorragias, eclampsia o preclamsia.
En entrevista, la funcionaria indicó que la Secretaría de Salud ha comenzado a difundir en su página de Internet la lista de los hospitales, que se encuentran en todos los estados del país, para que las mujeres embarazadas sepan a qué lugares acudir en caso de una emergencia obstétrica. “Es importante que busquen el más cercano a su localidad y que no quede a más de dos horas de su casa, porque en una hemorragia el tiempo es importante”, dijo Uribe.
Como parte de la estrategia para reducir la mortalidad materna en México, que anualmente cobra la vida de alrededor de mil mujeres, la dependencia detectó que no todos los hospitales están preparados para atender una emergencia relacionada con el embarazo y el parto. Muestra de ello es que ocho de cada diez mujeres que mueren por estas causas acudieron a un hospital, pero no pudieron hacer nada para impedir que fallecieran.
Uribe indicó que entre el 10 y el 20 por ciento de los embarazos presentan alguna complicación y que son estos casos, que deberían de haber sido detectados oportunamente, los que requerirán atención especializada. “Esas son las mujeres que se nos mueren, tienen que llegar a un hospital que atiendan emergencias obstétricas y por eso hicimos un directorio con los únicos hospitales que atienden estas complicaciones”, explicó.
Dichos hospitales pertenecen indistintamente a la Secretaría de Salud, el IMSS, el ISSSTE o los servicios de salud estatales y deben recibir a todas las mujeres embarazadas independientemente de si cuentan o no con seguridad social o el Seguro Popular.