Despertar... Es ESPERANZAS DEL 2010
(Octava parte)
Continuación...
El anciano, el abuelito, el adolescente, el niño recién nacido, todos buscamos AMOR, este 28 de febrero día significativo del AMOR, en el fondo siempre hay amor, y hasta nos enojamos por eso, pues hay en el fondo cumplas y miedos y ansiedad porque nunca estaremos conformes con esa soledad de nuestro corazón y ese caos en el que vivimos. Todos buscamos AMOR, y todos los errores que hemos cometido durante el 2009 y aun antes, si hacemos una revisión, fueron por buscar AMOR, no nos sintamos tan culpables por eso, pero eso sí, tenemos que ponernos de pie y caminar. El cristianismo siempre nos ha infundido culpa, pues si mencionamos los diez mandamientos y hacemos una revisión uno por uno de ellos, nos lleva a la palabra pecado, que en hebreo y en griego significa (hamartia) ERROR y claramente error de tiro, es decir si yo quería apuntar y mi flecha pegó lejos del objetivo pues se fue chueca, es un error, una desorientación (hamartia), no maldad, desorientación, porque en el camino buscando la estrella, buscando una luz nos hemos equivocado. Y Jesús de Nazaret entonces vino para darnos una orientación en nuestros errores. Tú no eres mala o malo, simplemente te has equivocado. Unos Magá se levantaron para buscar, vivían en una zona de soledad, de caos, de tinieblas, y tuvieron la audacia de buscar amigas y amigos para ponerse de pie, y un amanecer salieron de la aldea por los caminos inéditos a buscar, buscaban una estrella, y todo el que busca, encuentra. Si pudiéramos cada uno de nosotros durante unos quince minutos, sentados, de rodillas, como mejor te sientas, para entrar en el silencio que es escuchar, escuchar la voz de una estrella, porque las estrellas hablan, esa estrella que quiere iluminar tus tinieblas, revisemos nuestra vida un poco, sin culpa, sin miedo. Simplemente caer en la cuenta de que nos hemos equivocado. Si hoy fuera primero de enero del año 2009, creo que habría muchas cosas que corregir, lo malo es que esa fecha ya no la podemos devolver, ya pasó, ya se acabó ese año. Quizás hemos vivido una vida rutinaria, de soledad, de caos, de miedo. Revisemos, metanoya (cambiar), cambiar significa que ya no quieres vivir como estás viviendo, que hay muchas cosas, actitudes profundas que te están haciendo daño y que hay que cambiar. Tus depresiones, tu ansiedad, tu ira, tus miedos sólo nacen de tu necesidad de ser amado, no te avergüences de sentir eso, todos buscamos que nos quieran, a veces lo buscamos en el lugar equivocado, pero lo buscamos. Pongámonos si es posible en este preciso momento en silencio, en contacto con Él, delante de Él, con Jesús, desde lo más profundo de nuestro corazón, tan bello y tan elocuente. Y que esta breve experiencia pequeñita la pudiéramos tener con más frecuencia. Necesitamos tanto el silencio, ese silencio que es el lenguaje del AMOR, donde la luz va penetrando en nuestro corazón. Aristóteles y los filósofos de antaño creían que en el ojo estaba la luz y uno veía porque precisamente la luz emanaba de éste, los ciegos no tenían luz. Algunos filósofos y más tarde los poetas, llegaron a decir que la verdadera fuente de la luz es la mirada. Entre los poetas árabes hay pasajes admirables, de cómo las miradas tiernas, las de fuego, las apasionadas, las de amor, literalmente lanzaban luz y tocaban lo más profundo de tu ser, porque una auténtica mirada, literalmente cambia, sobretodo cuando la mirada es de amor. Si la luz es mirada, visión y si la mirada es luz, en esta búsqueda en medio de nuestras tinieblas de los Magá que caminaron por tres años, en esa búsqueda de la luz que iluminara sus tinieblas, esa luz que esperamos ilumine nuestras tinieblas. El evangelio de Marcos es por excelencia el evangelio de la mirada. Hay miradas que cambian la vida, en mi caso la experiencia que tuve en la ciudad de Zacatecas cuando la mirada de S.S. Juan Pablo II se cruzó con la mía a escasos tres metros de distancia y quizás todos haciendo un repaso de nuestras miradas vengan a nuestra mente algunas muy significativas, por ejemplo, la primera mirada de mi hijo primogénito en sus primeros días de vida y su madre, esa mirada de mucho amor y ternura y que quedó grabada para siempre en el subconsciente y en el corazón de ambos. Y así cada uno de nosotros en esa primera mirada que vimos, y a través de nuestra vida hemos visto muchas miradas, unas de rechazo, quizás algunas de odio, otras de miedo, quizás alguna de indiferencia con todo lo que conllevan. Lo primero que vemos en una persona son sus ojos, es su mirada y éstas calan a fondo, sacuden, te lanzan a horizontes nuevos. Los hombres de Magá venían buscando una mirada, una luz, una estrella, iban en grupo como amigos y más allá del tiempo y del espacio vayamos a Cafarnaúm, donde unos amigos que realmente querían a su amigo, empiezan a ver un boquete de luz en una casa, un techo que impedía ver la luz y desesperados con los puños quitaban el barro, la paja, las varas, un tronco, y penetrando hacían más grande el boquete, pues tenían que ver la luz, estaban en el techo y querían que viera la luz, con trabajo y con dificultad aquel infeliz paralítico lo trataban de bajar a través de aquel boquete que hicieron en el techo, hasta que quedó literalmente a unos centímetros de la luz, un hombre paralítico (Cáp. 2 de Marcos) la misma experiencia quizás tuya y mía. ¿Qué significa paralítico? Alguien que no camina, o que no quiere caminar y no se necesita ser psiquiatra para adivinar que este hombre tenía miedo de caminar, por la culpa, por el miedo. Culpa y miedo que muchas veces todos arrastramos, incluso sus amigos creían que no caminaba por alguna enfermedad, quizás algún problema de la columna, no sabemos. El hecho es que no caminaba y no hay que averiguar por qué no lo hacía, esto lo adivinó Jesús, la culpa. Continuará...
Espero que estas palabras nos permitan sentirlas a la luz de nuestras familias, pues decía Jesús, "No me digas que me amas, dime cómo vives". Estamos como siempre a sus órdenes en la dirección electrónica: despertar_es@live.com. Lo invito a visitar mi blog en donde encontrará más artículos de tu interés: www.familia.blogsiglo.com
"QUIEN NO VIVE PARA SERVIR, NO SIRVE PARA VIVIR".
