Despertar... Es ESPERANZAS DEL 2010
(Novena parte)
Continuación...
Cuando decimos "feliz año nuevo", en otras palabras, te dices, que el que termina no fue tan feliz, ojalá que sea feliz el otro año, "próspero año nuevo", es decir te dicen que tengas más dinero, carro nuevo, viajes, etc., hay que prosperar, pero este paralítico no prosperaba, no caminaba, por miedo, estaba tan a gusto en su parálisis, en sus angustias, sus cuplas y en sus miedos. Peor aun de acuerdo a la religión de su tiempo le decían, "estás así, porque Dios te está castigando", tus pecados, y por eso te está pasando lo que te está pasando. Y esas situaciones ocurrían entre familiares, tensiones, enfermedades. Cuidado porque Dios te está castigando, era la cultura de Israel, era la cultura cristiana y fíjate qué a gusto, poder refugiarte en tu parálisis. "Es voluntad de Dios". ¿Por qué no caminas? Es voluntad de Dios que esté así. ¿Por qué no cambias esa situación familiar que sabes que no está bien, aunque escuches lo que quieras escuchar de la gente que buscas para ese propósito? Porque es voluntad de Dios que sea así. Es su voluntad, soy su víctima, ¿de quién? De Dios. Entonces tengo que cargar mi cruz, soy la víctima, paralítico vivo por la voluntad de Dios. Y por ahí me refugio en mi espiritualidad medio oscura y de ser víctima en mi mediocridad. Pero un boquete de luz donde aquel hombre bajó, lo ayudaron y en ese sentido, todos necesitamos que nos ayuden, todos. A veces nuestra parálisis es tan grave y nos sentimos tan mal. ¿Ustedes creen que este hombre paralítico pudo acercarse a Jesús por sí mismo? ¡Claro que No! Es por eso que con toda humildad y sinceridad debemos hablar, te necesito amiga, amigo, llévame a la luz. Y dice Marcos que la luz lo vio. ¿Cómo habrá sido eso? Este paralítico estaba recuperándose apenas de haber bajado desde el techo con la ayuda de algunos amigos, quienes lo depositaron en el piso de arena de esa casita pobre y quizás de manera inconsciente levanto la mirada, en medio de su miseria y sus andrajos, de su parálisis y ¡se topó con la luz! La luz que lo veía como nadie jamás lo había visto, la luz que le sonreía y le atravesaba el corazón con amor, la luz penetrante viril, fuerte de un hombre llamado Jesús. Y la luz habló, "Te perdono", lo que no sabía este paralítico, es que Jesús era el que lo amaba a él, pues él creía encontrar una salud más o menos temporal, cuando su Dios lo sorprendió, con algo que jamás había escuchado antes en este mundo. "El perdón". Después de esto, cuando los demás murmuraban y criticaban y que Jesús no quiso ni escuchar porque la mirada de este paralítico seguía clavada en la mirada de Jesús, porque se creía muerto dentro de su parálisis, entonces la mirada le sonrío y le dijo lo que le había dicho a los magos, "levántate, ponte en camino", ¡camina ya! Deja de arrastrar tus culpas, tus miedos, tu pasado, tu año 2009, toda tu vida anterior, camina hacia delante, ya asume tus responsabilidades, toma tu camilla, enfréntate a la vida, enfréntate a los demás, a los riesgos, de caerte, pero no se vale que sigas paralizado, "levántate y camina", ¿Y saben por qué camino? Porque la luz lo liberó de la culpa, ya no se sintió víctima, ya no se sintió menos que los otros, ya tenía dignidad, "valía", la luz lo hirió profundamente, y esa mirada jamás la olvidaría. "Levántate..." (Cap. 2 de Marcos 1-17). En el evangelio hay algunas conmovedoras historias de mujeres, las mensajeras de la luz, de la vida, las dadoras de vida, y Jesús les quiso comunicar especialmente a ellas, la audacia, el coraje, de caminar firmes con el compromiso de la vida, del matrimonio, de la familia. Ruth está antepasada de Jesús, la mujer que caminó y que buscó. Jesús se encuentra con muchas mujeres en su caminar, recibiendo siempre de ellas Amor y Fuerza. Siempre recibió de María, Audacia. Alguien inventó el término de vía crucis y dijo que Jesús se cayó, cuando deberíamos destacar, que Jesús siempre se levantó, siempre caminó, siempre, hasta que se durmió en los brazos de su padre, así que en esta Semana Santa próxima ya, tengamos presente no la primera caída de Jesús, sino primera levantada de Jesús y así... Si te has caído, o te han metido el pie para que te caigas, no te fijes en la caída, sino en levantarte, recuérdalo... "Jesús se levantó", se levantó y caminó, por eso le fascinaban esas experiencias del camino. Un fariseo, un hombre que vivía sentado, que ya no buscaba pues ya lo tenía todo hasta su Dios en el bolsillo, tenía su moral también pues cumplía todas las reglas, y creía tenerlo todo hasta su seguridad. Un fariseo de nuestro tiempo que está en ese confort o en el engaño, ¿creen que se va a levantar para buscar estrellas? ¡Claro que No! Vive tan a gusto con su Dios, su religión, su moral, ese nunca se va a levantar a buscar estrellas. Pero este señor fariseo invitó un buen día a Jesús para humillarlo, para desprestigiarlo, para burlarse de Él. Lo invitó a comer a su rica casa de fariseo, lo invitó quizás ya tarde, cuando todos los demás invitados estaban sentados o literalmente echados, pues así comían, echados. Ellos no caminaban, ellos no tenían estrellas, vivían a gusto. El año 2008 lo vivieron igual que el 2009 y probablemente vivirán igual el 2010. Pero una maravillosa inquietud llamada Jesús, se acercó al umbral de esa casa, la casa de Simón el fariseo. Si dejáramos entrar a Jesús en nuestra casa no podríamos estar más en paz seguramente, pues su luz nos va a herir. Pero este señor fariseo tenía un plan, el de humillar a la luz, oscurecer, segar a la luz. Continuará...
Espero que estas palabras nos permitan sentirlas a la luz de nuestras familias, pues decía Jesús, "No me digas que me amas, dime cómo vives". Estamos como siempre a sus órdenes en la dirección electrónica: despertar_es@live.com. Lo invito a visitar mi blog en donde encontrará más artículos de tu interés: www.familia.blogsiglo.com
"QUIEN NO VIVE PARA SERVIR, NO SIRVE PARA VIVIR".