Despertar... Es EN NOMBRE DEL AMOR
(Séptima parte)
Continuación...
Porque se tienen tantas carencias afectivas, que se cree que al llegar la media naranja, ésta las va a suplir; cuando la verdad es que cada uno tiene la responsabilidad de llenar su vida de amor. Porque los seres humanos están convencidos que es normal que con los años las relaciones de pareja se deterioren, cuando es todo lo contrario; con el tiempo si se toman sabias acciones, el amor crece, y al hacer el amor, éste se hace con más conciencia y plenitud. Porque se daña la comunicación y cada vez que se expresa algo, es para ofender y hacer sentir culpable al otro. La infidelidad es una de las mayores quejas entre hombres y mujeres; cuando se llega a este punto es porque la comunicación se dañó hace muuuucho tiempo. Porque las parejas se vuelven irrespetuosas con las palabras y con los actos. Porque las parejas se vuelven tan posesivas que retiran las amistades y hasta familiares del otro, para absorber de manera dañina. Porque la pareja se convierte en una proveedora de bienes y servicios ante un techo y unos hijos, y dejan en un segundo plano lo verdaderamente importante, "el amor que los unió". Porque las parejas pierden sensualidad, al descubrir sus cuerpos desnudos en la cotidianidad, al hacer actos ordinarios y de mala educación, al dejar de coquetear como se hacía en el noviazgo. Porque la mujer comienza a sentir apatía para hacer el amor, y el hombre se siente rechazado, y ninguno de los dos habla sobre el tema. En algunas ocasiones la mujer comienza a sentir esta apatía porque físicamente está inconforme con su cuerpo y no es capaz de expresárselo al hombre, o porque éste la incentiva tan poquito, y cuando él quiere la acción a ella la toma por sorpresa, haciéndola sentir como un objeto. Porque se da rienda suelta a la cólera, y se dicen palabras que hieren, dejando una huella imborrable en el corazón del otro. Porque la pareja asume que los problemas son síntomas de que la relación va mal, cuando las desavenencias son las mejores oportunidades para saber qué se puede mejorar, y volver la relación más fuerte. Porque las parejas no expresan lo que les molesta y esperan que se llene la taza para reventar, ocasionando a veces hasta daños irreparables, como violencia verbal y violencia física. Porque las parejas le invierten dinero a una casa, un carro, ropa, pero rara vez invierte dinero a talleres de superación personal, talleres de pareja, visitar a un terapeuta, acudir con el padre Nacho Mendoza y su equipo del retiro "Volver a Empezar"; porque se creen capaces de arreglar el problema solos y sólo generan más dolor. Es tiempo de recuperar el amor en la pareja, con detalles, con actos de honestidad, de respeto, solidaridad, comprensión y apoyo, descubriendo la verdad, nuestra verdad que se oculta en lo más profundo de nosotros y así poder estar abiertos a "Despertar... es". Porque las parejas se duermen en la pasividad, buscando afuera, cuando deben solucionar el problema adentro; ya que las relaciones se construyen con el diálogo, el respeto y la constancia. Rosy Hernández, del equipo de colaboradores del padre Nacho, a quien tengo un afecto muy especial por lo que me ayudó como instrumento de Dios, nos decía: "Toda construcción en nuestra vida, es un acto creativo; toda reconstrucción es un acto de amor". Muchas parejas rompen su relación, cuando los problemas que tenían solamente eran de forma; y buscan nuevas parejas, para descubrir que la primera era mucho mejor. Por eso hay que intentar revivir el amor, el respeto y la confianza, antes que terminar en una separación. Porque la mujer se descuida en su apariencia física creyendo que ya pescó a su hombre y que no necesita conquistarlo más, qué así la acepta. Porque el hombre también se descuida en su apariencia física y presume que ella lo adora aún con esos kilos de más. Conquistar es fácil, lo difícil es conservar la conquista, ahí está el verdadero mérito. Llegar a la vejez con una buena pareja, no es cuestión de suerte, es cuestión de elegir a alguien con quien nos agrade conversar, ser más observadores en las reacciones del otro y ponerle un poco de razón y otro poco de corazón a la etapa del enamoramiento, para cuando ésta termine, quede el verdadero amor, el real...
(P)- Gerardo, ¿alguna parte de ti quiere salvar tu matrimonio? (G) - Quizás. Si Guadalupe quisiera, pero no quiere. Quiere el divorcio. (P) - ¿Eso es lo que tú crees? (G) - Quiero paz. ¿Pero qué importa eso? Ella firma los papeles, papá. Y se acabó. (P) - ¿Aceptaste empezar el proceso con ella? (G) -No, pero creo que ambos sabemos a lo que vamos. Voy a reunirme con mi abogada mañana. (P) -Gerardo, quiero que hagas algo por mí. (G) -¿Qué? (P) -Quiero que pospongas el divorcio por cuarenta días. (G) -¿Por qué? (P) -Quiero que recibas algo por correo. Algo que te tomará ese tiempo. Gerardo con un dejo de enfado y duda a la vez, inquieto cruza sus brazos y entonces ve a su papá a los ojos. (G) - ¿Qué es? (P) - Lo que salvó nuestro matrimonio. (G) - Papá, si es algo religioso prefiero que no. El papá se acerca a Gerardo como un padre amoroso y compasivo y le pone la mano en su hombro. (P) - Míralo como un regalo de tu padre. Vive un día a la vez a ver qué pasa. Por favor, hijo. Si no por otra razón, hazlo por mí. Te lo pido como padre. Gerardo se le queda viendo muy profundamente, sabiendo que aquellas palabras calaban muy hondo en su corazón, suspira profundamente y pregunta: (G) - ¿Cuarenta días? (P) - Cuarenta días. Continuará...
Espero que estas palabras nos permitan sentirlas a la luz de nuestras familias, pues decía Jesús, "No me digas que me amas, dime cómo vives". Estamos como siempre a sus órdenes en la dirección electrónica: despertar_es@live.com. Lo invito a visitar mi blog en donde encontrará más artículos de tu interés: www.familia.blogsiglo.com
"QUIEN NO VIVE PARA SERVIR, NO SIRVE PARA VIVIR".