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FAMILIA SIRVIENDO A LA VIDA

GERMÁN DE LA CRUZ CARRIZALES

Despertar... Es En Nombre Del Amor Es impresionante estar tan cerca de un incendio, y más cuando un familiar se encuentra dentro atrapado. "¡Mi esposo!" por favor sáquenlo. El equipo al mando de Gerardo se ponen las protecciones pertinentes y exclama: "Muchachos tenemos que sacarlo". Miguel (M) apoyando desde la unidad dice -Rápido, entren- con hacha en mano derriban una puerta principal y las llamas encuentran salida por ahí. ¿Listos? Con mangueras en mano gritan "Carguen". Las mangueras rígidas como el acero, llevan a una gran presión el vital líquido a cumplir con su cometido. Gerardo al entrar se agacha pues hay mucho humo y no tiene mucha visión. Grita para ver si hay respuesta del vigilante. ¡Jaime! ¡Jaime!... entren muchachos entren... ¡Jaime! Entre la variedad de productos hay muchos que son muy inflamables, unas verdaderas bombas de tiempo. Casi al final de la tienda cerca de la barda perimetral, se encuentra Jaime tirado sobre el piso y sin sentido. Jaime, Jaime... por acá muchachos, por acá... El fuego es muy intenso y parte del techo comienza a caerse, se pandea por el fuego, la estructura como mantequilla y por la alta temperatura se cae, y Gerardo con Jaime quedan atrapados en un rincón del inmueble. Una explosión se escucha, detonó uno de los tanques estacionarios de 1,000 litros de gas butano. La situación se pone aun más critica. Afuera es un caos, se le ordena al equipo retroceder. La esposa de Jaime se pone aún más histérica ante tal escenario. Gerardo arrastra a Jaime aun inconsciente hasta el cuarto frío, el humo es muy denso. Con el hacha hace un boquete en el muro y grita a su equipo de la unidad 2 que se encuentra en esa área. (Ge) ¡Bombero! ¡Aquí! Por el caos que hay a esas alturas no logra escucharlo, así que arrastra a Jaime hasta la parte de atrás, donde está el área de desembarque de mercancías y con ayuda del hacha logra hacer un boquete. Mientras afuera se vive el drama de las llamas al parecer incontrolables. Hay un hidrante por allá, saquen una línea adicional y apoyen ese frente. Eduardo (E) dice: Hay dos personas dentro, una de ellas es el Capitán, es Gerardo. Te necesitamos. (E) -Dense prisa con esa línea. Llévenla atrás, llévenla atrás. Gerardo se quita la mascarilla y se la pone a Jaime que permanece aun inconsciente, -respira Jaime, ¡respira! Hazlo por mí- Eduardo (E), por el radio le grita a Gerardo. "Capitán, salga de ahí, el techo está por derrumbarse totalmente". Gerardo, no trae el radio lo había dejado en la unidad cuando recogía el equipo complementario, antes de entrar. Capitán, ¿me copia? Tiene que salir el techo está por ceder. Gerardo empieza a toser y la intoxicación por inhalación comienza sus efectos. Gerardo grita: "Dios, sácame de aquí. Sácanos de aquí". Jaime inconsciente con la máscara del equipo de aire autónomo permanece inerte en el piso y Gerardo con el hacha trabaja arduamente por hacer una salida por la cortina de acero. En esos momentos hay una fuerza que sale desde lo más profundo de cada ser. Dios nos da esa capacidad, es quizás nuestro instinto de supervivencia. El esfuerzo es inútil, la cortina no cede y el fuego empieza a penetrar al lugar donde se encuentran. Arrastra nuevamente a Jaime y lo conduce hasta una especie de sótano y en donde hay unas entradas para equipo de ventilación. El espacio es limitado y con trabajo se arrastra con Jaime a su lado hasta la ventanilla de ventilación y su salvación. El suelo está muy caliente y sus antebrazos ya resienten las quemaduras, pero la adrenalina mitiga el dolor. Una vez en la ventanilla, con todas sus fuerzas da una y otra patada para quitar la barrera que se interpone entre el infierno del fuego y su salvación. Sacando por ese espacio reducido a Jaime. Al salir los compañeros lo ven y se prestan de inmediato a auxiliarlos. (E) -¡Acá están! (Ge) -¡Ayuda a Jaime! En ese instante, Gerardo pierde el conocimiento. ¡Capitán! Sin embargo la ayuda está ahí y le dan los auxilios pertinentes.

Pocas veces tenemos idea de la gran labor de las personas de los equipos de emergencia y el riesgo a los que se someten por salvar nuestras vidas, vaya un reconocimiento a todos aquellos héroes anónimos que a lo largo de la historia de nuestra Comarca Lagunera han estado en silencio cumpliendo con su deber.

Después de cumplir con éxito la misión encomendada. Gerardo se encuentra en la sala de emergencias del hospital para recibir la atención médica de primer nivel. Guadalupe, como portadora de las relaciones públicas del hospital, se dirige a la sala de urgencias para mantenerse al tanto de lo ocurrido. Sin embargo, como suele suceder en estos casos, quien está atendiendo a Gerardo es el doctor Sergio Durán. (Dr) -Las radiografías muestran que tiene una quemadura de primer grado en el antebrazo. Guadalupe llega hasta el módulo donde se encuentra hasta ese momento todavía, su esposo y expresa. (Gu) -Te ves terrible. Gerardo al escuchar esa voz tan familiar, levanta la cabeza y la ve. (Ge) -Me siento terrible. (Gu) - ¿Vas a estar bien? La enfermera Sandra mientras lo venda, contesta -Tiene quemaduras de primer grado, pero estará bien. ¿Es su esposo?-. En ese momento y con tal pregunta el ambiente se pone muy tenso. El doctor voltea de inmediato, ella de reojo ve al doctor Sergio y Gerardo sólo la ve a ella. (Gu) -Sí. Sandra (S) -Pues tienes todo un héroe contigo. El doctor ve fijamente a Gerardo impresionado, antes jamás se había cuestionado si Guadalupe estaba casada. (S) -Señor, necesito que tenga el brazo levantado por 24 horas para disminuir la hinchazón. Necesito que regrese en 48 horas para revisarlo de nuevo. Guadalupe sólo acierta a ver de reojo a su querido doctorcito. Ante tal presión, ella decide retirarse de la escena. (Gu) -Será mejor que no estorbe. Pero Sandra le contesta de inmediato. (S) -No, no estorba. Puede quedarse si quiere. (Gu) - No, está bien. Te dejaré hacer tu trabajo. Y se retira. El doctor muy nervioso sólo ve el expediente. Gerardo ve con tristeza como su esposa aun, se aleja de la escena. (S) -Señor, voy a darle un material de curación para su casa. Y no olvide sus medicamentos para el dolor. ¿Está bien? Y se retira. Se quedan en la escena Gerardo y su rival ignorado hasta ahora, el doctor, quien tiene la ventaja de saber quién es Gerardo y no así este ultimo. Gerardo observa su estado y busca su argolla de matrimonio que estaba en la mesa de curaciones. La alcanza y se dispone a ponérsela. El doctor le dice. (Dr) -Yo no me pondría ese anillo hasta que no estuviera completamente curado. (Ge) -Mi mano tendrá que curarse con el anillo puesto. Y termina de ponérselo. Continuará...

Espero que estas palabras nos permitan sentirlas a la luz de nuestras familias, pues decía Jesús, "No me digas que me amas, dime cómo vives". Los martes primeros de cada mes a las ocho treinta de la noche reúnete en familia y amigos para rezar el rosario por la paz del mundo que tanto necesitamos. "La familia que reza unida, permanece unida". Estamos como siempre a sus órdenes en la dirección electrónica: despertar_es@live.com. Lo invito a visitar mi blog en donde encontrará más artículos de su interés: www.familia.blogsiglo.com

"QUIEN NO VIVE PARA SERVIR, NO SIRVE PARA VIVIR".

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