Gerardo nota que Guadalupe lleva puesto el anillo, símbolo de su amor. En ese momento no aguanta más y corre a los brazos de su amada esposa...un abrazo muy merecido, por tanto dolor vivido por ambos. Hoy por fin las cosas se ven claras. Y ese beso tan esperado, por fin culmina. Es la manifestación íntima de dos personas que comparten su aliento, sus almas. Su amigo Eduardo, observa la escena de amor que conmueve a cualquiera y sólo expresa con los brazos en alto. ¡Sí! Por fin las cosas se dan "En Nombre del Amor". Sus compañeros se acercan y lo cuestionan -oye ¿qué estás viendo?-. Atrás. No hay nada qué ver. Por qué, ¿qué pasa? Vuelvan a sus asuntos. Gerardo está encendiendo un fuego. ¿Cómo que está...? No ese tipo de fuego... vuelvan a sus cosas... o los pongo a limpiar... quiero ver tantito... Mientras Gerardo y Guadalupe, en un abrazo que parece fundir sus almas y sus besos que dicen más que mil palabras se eternizan en un momento que queda grabado hondo, muy hondo en sus corazones.
Gerardo lleva de la mano a su esposa Guadalupe en ese recorrido que lo llevó a reconquistarla nuevamente, ese reinventarse. Juntos recorren esa explanada del Centro Saulo, donde tantas luchas enfrentara Gerardo, antes de ver culminada su lucha "En Nombre del Amor". Y es así como se propaga la noticia a todos los suyos, del milagro que se ha generado, sus padres, amigos, etc., quienes se alegran muchísimo. "El cielo se alegra mil veces más cuando una persona se convierte que cuando mil justos simplemente se mantienen". Juntos ahora en un solo auto, salen de su casa, tomados de la mano y feliz el uno con el otro. Saludan a Prax y a Lucy muy efusivos. ¡Buenos días! Saludan con las manos y Prax sólo dice: "no entiendo a ese muchacho". No se dejan esperar el desfile de familiares y amigos para compartir con ellos esta alegría, "Un matrimonio se ha salvado". En el escenario del Centro Saulo, en torno a esa cruz monumental, don Germán expresa "Comienzo a encariñarme con este lugar". Gerardo le dice, "puedes venir cuando quieras". (Pa) -Lo sé hijo. (Ge) -Quiero agradecértelo, papa. "En Nombre del Amor", cambió mi vida. (Pa) - Dios cambió tu vida. Ese reto sólo fue su herramienta. (Ge) -Ya sé, lo pasé a uno de mis compañeros. (Pa) -Me da gusto, está hecho para pasarse. (Ge) -No sabes cómo te agradezco que no te hayas rendido con mi caso, papá. O con mamá en su tiempo. (Ge) -Gerardo, quiero ser un hombre de Dios. Y he aprendido mucho. Pero hay algo que no te he dicho. Escribí ese cuaderno a mano porque sabía que lo aceptarías de mí. Pero yo no hice eso con tu madre. Ella lo hizo conmigo. (Ge) -¿Qué? (Pa) -Hijo, yo era el que quería irme. Pero Dios tomó a tu madre y ella oró y me amó incondicionalmente. Fue con su ejemplo como llegué a Cristo. Gerardo muy impresionado se queda paralizado por un momento, muchas escenas venían a su mente y lo injusto que muchas veces fue con ella. (Ge) -¿Mamá hizo eso? (Pa) -Ella es mi bendición. Y ha crecido tanto. La amo con todo el corazón. (Ge) -Y yo, he sido tan duro con ella. La he tratado tan mal. (Pa) - Gerardo, ella merece tu respeto. Gerardo, no deja de salir del asombro. Las lágrimas salen de sus ojos. Estaba tan equivocado, respecto a su madre. La mirada de padre e hijo se cruzan, y sin decir palabras, don Germán sólo asiente. (Pa) -Esta cruz monumental, no es tal. Con lágrimas en los ojos Gerardo dice: (Ge) -¿Qué? (Pa) -No hijo, es el símbolo de Saulo, es la espada de Saulo. Cuando Saulo siempre perseguía a los cristianos, lo hacía con la espada en la mano. Y hería y mataba con ella. Así como ustedes en su momento se herían y estaban a punto de matarse con la espada del odio, de la falta de respeto, de la indiferencia... hasta que Jesús le habla y le dice: "Saulo, Saulo... ¿por qué me persigues?". Fue ahí, cuando se dio la transformación en su corazón y se convirtió en un fiel seguidor y evangelizador de Jesús. Su espada la clavó en la tierra, como símbolo de paz y amor, como fiel testimonio que Dios estaba ahí. Esta cruz monumental, no es cruz es la espada de la razón, del amor, de la misericordia, clavada profundamente para quienes la quieran sentir... vivir. Eso fue lo que pasó con tu matrimonio, no hubo más espada de dolor, sino el entendimiento de dos corazones que se aman. Tu madre fue un instrumento también para ti hijo. Gerardo sale corriendo al encuentro con su madre.
Al llegar a su casa, su madre junto a Guadalupe, preparan la comida. Él entra precipitadamente y se quedan viendo. Se acerca a ella y le da un abrazo tan grande y con gran arrepentimiento. (Ge) -Mamá, lo siento tanto. Por favor, perdóname. Yo no sabía, yo no sabía. (Ma) -Tranquilo hijo, tranquilo. No llores. Gerardo se separa de ella, con sus manos toma su rostro, se le queda viendo y dice nuevamente: (Ge) -Perdóname, por favor perdóname. (Ma) -Estás perdonado, hijo. Claro amor, que te perdono. Porque te amo. (Ge) -Yo también te amo, mamá. Se dan un abrazo tan grande como hacía mucho tiempo no lo hacían. Cuan equivocado estaba Gerardo. Pero el corazón de una madre es capaz de guardar silencio, y guardar las ofensas más grandes "En Nombre del Amor". Eran testigos de esa manifestación de amor puro y casto, de esa reconciliación entre madre e hijo. Don Germán y Guadalupe no pueden impedir que sus las lágrimas salieran de sus ojos. (Ma) -Te quiero Gerardo, todo está bien. Hoy día los matrimonios deberíamos de trabajar mucho con nosotros mismos y pedir a Jesús a través del Sacramento del Matrimonio que nos ayude a mantenernos fieles a la promesa que alguna vez hicimos ante el altar.
En el Centro Saulo, con los grupos de Vida y Fe, catequesis, brigadas, jornadas, liga juvenil misionera, CID... y con la Espada Monumental como testigo, se reúne aquella comunidad en torno al triunfo del amor de Guadalupe y Gerardo. El padre Luis dice: (Pa) -Nos hemos reunido aquí para la renovación de los votos de Gerardo y Guadalupe. Ésta puede ser la segunda vez que se comprometen con su matrimonio. Pero es la primera vez que lo hacen con los fundamentos y la fe en el amor de Cristo. Es el deseo de Gerardo y Guadalupe establecer sus votos de aquí en adelante, como un pacto y no como un contrato. Porque el matrimonio es una institución sagrada establecida por Dios y hecha para durar toda la vida. Gerardo, en presencia de Dios y de estos testigos, ¿vienes hoy, libre e incondicionalmente comprometido a este pacto matrimonial con Guadalupe? (Ge) -Así es. (Pa) -Y Guadalupe, vienes hoy, ¿libre e incondicionalmente comprometida a este pacto matrimonial con Gerardo? (Gu) -Sí, con todo mi corazón. Génesis 2, 24 dice: "Por esta razón, el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su esposa para ser una sola carne". Y es responsabilidad de la sociedad en su conjunto hacer que eso se cumpla, respetando y haciendo respetar desde el corazón y en común unión con Dios... "En Nombre del Amor". FIN.
Espero que estas palabras nos permitan sentirlas a la luz de nuestras familias, pues decía Jesús, "No me digas que me amas, dime cómo vives". Los martes primeros de cada mes a las ocho treinta de la noche reúnete en familia y amigos para rezar el rosario por la paz del mundo que tanto necesitamos. "La familia que reza unida, permanece unida". Iniciativa Laguna un proyecto de valor y de valores para los laguneros y el mundo! Estamos como siempre a sus órdenes en la dirección electrónica: despertar_es@live.com. Lo invito a visitar mi blog en donde encontrará más artículos de su interés: www.familia.blogsiglo.com
"QUIEN NO VIVE PARA SERVIR, NO SIRVE PARA VIVIR".