DESPERTAR... ES LA GRAN BATALLA "El bien y el mal"
En la capilla nos reunimos todos, y en un momento muy especial, se siente literalmente la presencia de Dios ahí. Y al recuerdo de esos momentos vividos me viene a la mente que en la situación en que vivió María no era muy diferente a la que vivimos ahora. El pueblo soportando los abusos del Imperio Romano bajo la figura de Herodes y sus abusos, la recaudación de impuestos absurdos y los atropellos en torno a su recolección. La prepotencia de los recaudadores y sin importar lo que el pueblo sufría, les quitaban lo poco que tenían, tan sólo para cumplir con los caprichos de un rey insaciable. La gente de aquel tiempo al igual que muchos ahora, esperaban la llegada de un rey justo que los viniera a liberar del yugo romano. Me pregunto, ¿qué tan grande es nuestra esperanza de que llegue ese rey tan esperado, para salvarnos de lo que ha vivido la especie humana desde todos los tiempos? María, esa niña virtuosa, especial quien vivía con las carencias de su tiempo, y que era testigo de los abusos cometidos.
"El ángel del Señor anunció a María, y Ella concibió del Espíritu Santo". (Lucas 1,28-38). A través de los siglos, las campanas de todas nuestras Iglesias y capillas han proclamado en voz alta este misterio. Tres veces al día nos quieren recordar el principio de nuestra redención. Meditemos por un momento en la Anunciación. ¡Cuánta luz ha de haber rodeado a la Santísima Virgen! ¡Qué gran misterio confió el señor a su cuidado! ¡La venida del Mesías se acercaba y aquella humilde doncella llegaría a ser su Madre! ¡Qué profunda emoción debe haber embargado a María cuando oyó lo increíble: que el Eterno Hijo de Dios quería hacerse uno de nosotros! Preguntémonos, sin embargo, si acaso este hecho trajo alegría y felicidad tan sólo a la Virgen María. Claro que no, pues bien sabemos que la hora aguardada por tan largo tiempo traía consigo una profecía de mucho sufrimiento. Seguramente que en el momento de la Anunciación, la Virgen Santísima no conocía en detalle todos los acontecimientos que se disponía aceptar. Por otro lado, Ella estaba familiarizada con las Escrituras. Especialmente los pasajes referentes al Mesías quien, aun a precio de extremadamente dolorosos sufrimientos, quería redimir a un mundo tan profundamente sumergido en la culpa y el pecado. Entonces ¿No tendría también su Santísima Madre que prepararse para un mar de sufrimientos? "El ángel del Señor anunció a María" (Lc 1, 28). María saludada por Dios. ¿Dios nunca te ha enviado un ángel que te salude y te traiga un mensaje? Entonces ¿quién te trae sus mensajes? Tal vez sea el cartero quien te trae noticias que pueden destruir todos tus sueños y tu felicidad. Noticias de que algunos de tus semejantes te calumnian y manchan tu honor, noticias de que has perdido tu casa y todas tus posesiones o de que sus acreedores te amenazan con una demanda. Tal vez te han llegado noticias del fallecimiento o la gravedad de un ser querido o esperas con ansias el oír como sigue el enfermo. Tal vez los problemas que te hacen la vida pesada son no sólo exteriores sino también interiores. ¡Ah! No digas que Dios nunca te manda un mensajero o un mensaje. ¡Calla! Arrodíllate silenciosamente frente al Señor tu Dios como la Virgen María se arrodilló ante el ángel, y reflexiona. Para aquéllos que aman a Dios, nada es imposible. ¿Acaso tu cruz, cualquiera que ésta sea, no es un saludo de Dios un mensaje del Padre Celestial para ti, su hijo? ¿No es esto como si un ángel mensajero se parara delante de ti? Tal como sucedió a la Virgen María, Él espera también tu consentimiento. Tu sufrimiento tiene un profundo significado. Desde que Cristo murió en el Gólgota, Él permite que aquéllos a quienes Él ama participen en su muerte, para que así mismo se hagan partícipes de su gloria. Junto con Cristo debemos sufrir por nuestra propia redención y la de los demás. Inclina tu cabeza, pues, bajo la mano de Dios, y cree ciegamente que es Dios quien te saluda en tu dolor, que es un mensaje del cielo. Cree firmemente que ahora, más que nunca, no estás abandonado de Dios, y confía implícitamente que Él te escuchará a través de la intercesión de la Virgen María. Todos al nacer nos han dado un don, nos han regalado algo que nos hace grandes y únicos. ¿Cuál es el tuyo? El nacimiento de Jesús en este 2010 significa esa esperanza y ese cambio que se gesta y se lleva a cabo desde nuestras personas. Espero sinceramente que el amor, la tolerancia, la concordia y el perdón que tanto anhelamos todos nazca esta noche junto con Jesús en nuestros corazones, con la firme esperanza de que Él nos salvará. Que como María seamos capaces de confiar en que las cosas cambiarán en la medida que las hagamos cambiar nosotros. "Glorifica mi alma al Señor. Y mi espíritu se llena de gozo al contemplar la bondad de Dios mi salvador, porque ha puesto la mirada en la humilde sierva suya y ved el motivo por el que me tendrán por dichosa y feliz todas las generaciones. Pues ha hecho en mi favor cosas grandes y maravillosas, Él que es Todopoderoso y su nombre es infinitamente santo cuya misericordia se extiende de generación en generación a todos cuantos le temen. Extendió el brazo de su poder y disipo el orgullo de los soberbios trastornando sus designios, desposeyó a los poderosos y elevó a los humildes. A los necesitados lleno de bienes y a los ricos dejó sin cosa alguna. Exaltó a Israel su siervo acordándose de él por su gran misericordia y bondad así como lo había prometido a nuestros padres Abraham y a toda su descendencia, por los siglos de los siglos. Amén". Feliz Navidad 2010, para usted y los suyos. Continuará...
Espero que estas palabras nos permitan sentirlas a la luz de nuestras familias, pues decía Jesús, "No me digas que me amas, dime cómo vives". Los martes primeros de cada mes a las ocho treinta de la noche reúnete en familia y amigos para rezar el rosario por la paz del mundo que tanto necesitamos. "La familia que reza unida, permanece unida". Iniciativa laguna un proyecto de Valor y de Valores de los laguneros y para los laguneros y el Mundo! Estamos como siempre a sus órdenes en la dirección electrónica: despertar_es@live.com. Lo invito a visitar mi blog en donde encontrará más artículos de su interés: www.familia.blogsiglo.com
"QUIEN NO VIVE PARA SERVIR, NO SIRVE PARA VIVIR".
Por: Germán de la Cruz Carrizales