Despertar... Es ESPERANZAS DEL 2010
(Primera parte)
Agradecidos a Jesús por su presencia, pasada esta Navidad en la que Él naciera y no reconocerlo como un hecho histórico, sino como un verdadero nacimiento en nuestros corazones en el seno de cada una de las familias laguneras y de cualquier parte del mundo donde reconocemos a Jesús como el rector de nuestras vidas. Haremos unas reflexiones muy sencillas, daremos algunas pistas y ojalá que con esto, este año que inicia, todos llegáramos a tener una profunda experiencia de oración, pues creo que el mejor camino a Belén, es encontrarnos con este niño y qué mejor que juntos, así en familia, delante de Jesús resucitado y con sencillez, con una actitud profunda de adoración, de admiración ante este misterio, podamos pedir su luz a través del Espíritu Santo. Una vez que la familia está dispuesta en actitud de oración pedimos: "Espíritu Santo, Señor y dador de vida, creador de la luz, ven a nuestros corazones, ilumínanos con tu estrella para que con alegría la vayamos descubriendo en nuestro caminar a Belén en este año que inicia. Padre Nuestro...". Este 2010 que inicia y que parece muy turbulento en todos sentidos, donde hay cambios en todos los órdenes y que nos sacan de quicio, es un buen momento para hacer un alto en el camino e iniciar en familia y en todas las familias de nuestra gran nación o de cualquier nación, una reflexión para hacer cambios, pequeños cambios en cada uno de nosotros y en consecuencia en la familia, y si esto se da, imaginemos los cambios que se estarían generando en todo el mundo y haríamos a un lado, las prisas, el ruido, las malas caras, y en donde todo mundo trae prisa, el tráfico, aunque se detengan en el semáforo, pero al fin donde todo mundo tiene prisa. En los centros comerciales recién veía que lejos de estar en armonía y alegría, pareciera que todo el mundo está enojado, muy de malas, cuando deberían ser días de paz. Comentan algunos psicólogos y sociólogos que en las fiestas decembrinas aumentan las depresiones e incluso los suicidios, pues afloran los problemas y penas familiares, si algún miembro de la familia falta por separación, divorcio, enojo o muerte, se recrudece más su ausencia dentro del resto de la familia. Es por eso que debemos estar contentos, en paz, tranquilos y con una gran apertura de aprendizaje, y no preguntarnos ¿por qué a mí? Sino ¿para qué a mí?, y asumir el aprendizaje dado, siempre con las armas de la comprensión, entendimiento, y sobretodo el perdón. Esto reflexionándolo a la luz del sentido profundo de Belén, de Jesús en nuestros corazones, imaginémoslo ahí en su cunita diciéndonos a cada uno de nosotros "Ten paz". Estos días de fin de 2009 e inicio de 2010 creo que a todos nos viene bien hacer una evaluación del año que termina, que por cierto jamás va a volver, lo bueno y lo malo que nos sucedió en ese año, ahí quedó en cada uno de nuestros corazones, quizás hubo errores que hay que enmendar, quizás tomamos decisiones muy drásticas a la luz de algún enojo que nos cegó, pero que no hace bien a la familia en su conjunto. Quizás hubo situaciones difíciles, en las que nos pudimos sentir culpables por haberlas provocado. Problemas familiares, situaciones quizás de pecado, en las que tal vez nos hemos enojado incluso con Dios y nos alejamos de Él. Pero también este año 2010 hay que darle muchas gracias a Dios, simplemente porque estamos vivos, sobrevivimos al 2009 en medio de sus crisis. Hay que darle gracias a Dios por la vida, por el cariño que recibimos a lo largo de la vida de nuestra pareja, nuestros hijos, nuestros padres, nuestros amigos y que nosotros también dimos, aunque no se lo parezca o se reconozca, ya que no todo es malo siempre. Por los momentos bellísimos y felices. Pues si te preguntara hoy, qué paso en abril del año pasado, o en septiembre o en enero, quizás no tendrías recuerdos lúcidos, pero si consultas la agenda, tu agenda de la vida, ya borrosa o con sus hojas manchadas por el uso diario, podríamos encontrar momentos significativos muy lindos, pues siempre recordamos lo malo, pero hay más luz que oscuridad, no lo olvidemos, y Jesús está aquí para recordárnoslo. ¿Crecimos este año 2009? ¿Fuimos mejores personas? O nos estacionamos en nuestras amarguras, en nuestros sentimientos de culpa, en nuestro juicio duro, sin importar los sentimientos de los demás. En este año que inicia, ojalá pudiéramos como propósito, hacer una reflexión cada día, en el momento en que podamos estar íntimamente con nosotros mismos, en familia y con Jesús y meditar lo que ha pasado en el año que termina y lo que debemos enmendar como testimonio del nacimiento de Jesús en nuestros corazones, y quizás terminar esa reflexión con un gracias. Creo que en vez de quejarnos, deberíamos tener esa apertura de corazón y disposición para corregir lo que esté en nuestras manos, y si en esta Comarca Lagunera están pasando cosas, seguramente es porque estamos aquí y nos toca hacer algo, quizás sólo la oración, pero por algo estamos aquí, en este momento único de la historia, nuestra historia, la historia que hacemos cada uno de nosotros, para bien o para mal y que es nuestra responsabilidad, de nadie más. Y en esta actitud de reflexión, de oración profunda, de silencio. Que sea un momento cotidiano el estar con Jesús y desde el fondo de nuestros corazones pedir por todo aquello que no está bien, que afecta a nuestra sociedad, que afecta a nuestra familia, a nuestra pareja, a nuestros hijos, pero sobretodo que Jesús nos ilumine a cada uno de nosotros para ser mejores personas. Les deseo un feliz 2010 y que la diferencia la hagamos nosotros. Continuará...
Espero que estas palabras nos permitan sentirlas a la luz de nuestras familias, pues decía Jesús, "No me digas que me amas, dime cómo vives". Estamos como siempre a sus órdenes en la dirección electrónica: despertar_es@live.com. Lo invito a visitar mi blog en donde encontrará más artículos de tu interés: www.familia.blogsiglo.com
"QUIEN NO VIVE PARA SERVIR, NO SIRVE PARA VIVIR".
