Familias se preparan para el calvario del regreso a clases

Los gastos por el regreso a clases exceden sus ingresos; por eso, Juan Francisco Estrada, de oficio albañil, tiene que sacrificar otras necesidades para comprar útiles, uniformes y zapatos para que sus cuatro hijos puedan seguir estudiando. ¿Cómo le hacen? "Amarrándonos la tripa. A veces con préstamos porque tenemos que agarrar dinero de alguna parte para poder sacarlos adelante", responde.

Se queja de que, en algunas escuelas, no se limiten a la lista oficial de útiles, sin considerar lo difícil que es poder comprar todo lo que se les pide. "No deben pedir más cosas que las de la lista (oficial) pero lo hacen y ¿qué hace uno? tiene que tener a sus hijos en la escuela, si le piden algo demás tiene que llevarlo, no hay de otra", comenta.

Aunque de manera oficial los materiales y útiles en jardines de niños deben ser adquiridos de común acuerdo con los padres de familia, lo cierto es que pocas veces se les pide opinión y surtir esta lista resulta incluso más caro. Uno de los tres hijos de Luz Elena Vargas está en preescolar y dice que es en el que más gasta. "En útiles gastamos de dos mil 500 a tres mil pesos", admite. Por eso, hace varios meses inició con el ahorro para los gastos de estas fechas.

En teoría, no se puede exigir marca de útiles escolares pero en algunas listas consultadas por El Siglo de Durango se encontraron requerimientos de crayones "Crayola", libretas "Norma" -que llegan a costar hasta 45 pesos- y hasta bolsas "Ziplock". También, en el caso de una escuela de una colonia popular se piden dos marcadores para pintarrón por niño.

Los gastos del inicio de curso no exentan a los padres de desembolsos posteriores. "Se supone que se da la lista para que en todo el ciclo escolar no pidan, pero al mes ya están pidiendo otra vez", es la queja de la señora María del Rosario Armstrong. Y es que, la SEP da el consentimiento para que los profesores soliciten, en caso de ser necesario, otros materiales durante el ciclo escolar, siempre y cuando no sean "superfluos, excesivos u onerosos".

Gregoria Macías comparte que, cada mes, destina parte del ingreso familiar al ahorro para poder hacer frente a los gastos por el regreso a clases, "ya no estamos para préstamos, los intereses ya son muy altos y el sueldo no alcanza para liquidar todo esto. Gastamos más de lo que ganamos", admite. Y es que, solamente el uniforme de su hija de secundaria le cuesta de 540 a 600 pesos, "pero todavía faltaría la playera y los zapatos". Para la SEP el uso del uniforme es una recomendación pero, en muchas escuelas, en realidad es una exigencia.

 NECESIDADES

"Yo soy maestra y veo que es difícil para los padres de familia siquiera aportar la cuota voluntaria, que es mínima. Se les piden 150 pesos y se acaba el año y algunas madres no los acabaron de dar. Esa cuota es muy necesaria para las tantas necesidades de la escuela", dice Justina Valles. A su escuela asisten niños de la colonia López Portillo y de la Ampliación PRI que pocas veces pueden llevar lo que se requiere para que puedan aprender con más facilidad. "Lo que se pide en la lista oficial es insuficiente y el paquetito que les dan del Gobierno es simbólico (...) La verdad es que la mayor parte del tiempo nos la pasamos sin recursos para trabajar con los niños (...) Hacemos una lista pero siempre pasa lo mismo, seis padres de familia llevan su material y el resto no, es muy difícil trabajar así, no se logran los objetivos", dice.

Y agrega: "Muchas veces el Gobierno dice que les va a dar útiles escolares, pero ¿por qué no incrementan mejor el salario de los trabajadores? Porque les dan eso pero sólo una vez al año (...) Es triste tener niños que llegan con hambre y se van con hambre, no queremos tanto adorno en la ciudad cuando las colonias están tan pobres".

 SACRIFICIOS

Raymundo Torres es obrero y dice que "son unas por otras" porque, para poder costear la educación de sus hijos, él y su esposa tienen que sacrificar el tiempo con ellos, "cuando salen de la escuela tenemos que dejarlos encargados en algún lado para poder trabajar los dos, sólo así", refiere.

 ¡POR FIN!

Laura Flores Hernández agradece que, el que viene, sea el último semestre que tendrá que gastar en la escuela de sus hijos. Uno estudia Ingeniería Industrial y otro Mecánica, "por él gasto al menos mil 250 pesos cada mes, porque está en una escuela de paga. ¿Cómo le hacemos? pues apretándonos el cinturón, gastando lo menos que se pueda. La educación es cara pero la ignorancia es todavía más cara", concluye.

 JUAN FCO. ESTRADA

ALBAÑIL

 ROSARIO ARMSTRONG  LUZ ELENA VARGAS

AMA DE CASA

 RAYMUNDO TORRES

OBRERO

 JUSTINA VALLES

PROFESORA