Hábitos. La mayoría de las personas no tiene el hábito del ahorro.
La falta de empleo no es la única problemática a la que se enfrentan quienes viven en Durango; a esto se suma que buena parte de quienes tienen la suerte de tener un trabajo perciben sueldos insuficientes por lo que viven en permanente déficit.
El delegado de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), Francisco Esparza Hernández, se refirió a la tasa de desocupación que, según el último reporte del INEGI, fue de 6.2 por ciento de la Población Económicamente Activa en Durango, una cifra superior a la media nacional (5.7).
"Aparte de que existe ese desempleo, los que están empleados, aproximadamente el 50 por ciento, tienen unos sueldos que son insuficientes para resolver los problemas de primera necesidad, de ahí que siempre estén viviendo con un déficit en su economía familiar", mencionó.
Y es que, según reportes del Seguro Social, Durango ocupa el segundo lugar nacional con el salario mínimo más bajo -marcado en 56.13 pesos- pero además, la mayoría de los empleados registrados vive con uno o dos salarios mínimos al día.
Otro indicador que refleja esta situación son las cifras del Inegi que ubican al estado en el lugar 22 en ingreso promedio por hora con 26 pesos; más de tres pesos por debajo de la media nacional.
Ante este déficit financiero, muchas familias recurren al endeudamiento para solventar sus gastos. "La mayoría de los usuarios que acuden, y que no es en un número menor, es porque tienen problemas para liquidar los créditos que obtuvieron para solventar ese déficit que traen o ante cualquier eventualidad, trátese de un accidente, una enfermedad o quedarse sin empleo", reconoció Esparza Hernández.
Refirió que ante la falta de liquidez, recurren a instituciones financieras que les dan crédito o les prestan dinero con intereses que llegan al 81 por ciento y al 124 por ciento del CAT, como es el caso de Banco Compartamos y créditos Relámpago. Otro problema es que la mayoría de las personas no tiene el hábito del ahorro y no cuenta con "un colchón" que le permita hacer frente a contratiempos.