El suizo Roger Federer devuelve la bola al alemán Andreas Beck durante el partido que ganó Federer por parciales de 6-3, 6-4 y 6-3, en el Abierto de los Estados Unidos. (AP)
Nueva York, NY.- A Caroline Wozniacki no le importa que se le cuestione el mérito para ser la primera preclasificada del Abierto de Estados Unidos.
Sus arrolladores resultados, hasta ahora, se han encargado de demostrar que la presión de cargar con esa condición no le afecta en lo absoluto.
Ni se despeinó ayer al ganarle 6-0 y 6-0 (una bicicleta que le tomó 47 minutos) a la taiwanesa Chang Kai-chen para pasar a la tercera ronda del último major de la temporada.
"Mientras gane, no me importa cómo se vea el resultado", declaró Wozniacki, quien sólo había cedido dos games en su debut. La rubia danesa es actualmente la segunda del ranking, pero quedó como primera preclasificada cuando la primera Serena Williams renunció al torneo debido a una cirugía a la que se sometió tras sufrir cortes en el pie derecho.
El criterio para la preclasificación del torneo se basó exclusivamente en el ranking y Wozniacki quedó como primera, pese a que nunca ha ganado un Grand Slam. De hecho, es la primera mujer desde Kim Clijsters en 2003 que larga al frente de las cabezas de serie sin tener un major en sus vitrinas. Además, con 20 años, es la más joven al frente de las mujeres desde que Maria Sharapova lo hizo con 18 en 2005.
"Es una bonita sensación ser la primera cabeza de serie y también lindo poder jugar en el estadio más grande", dijo Wozniacki al referirse a la cancha Arthur Ashe.
FEDERER, IMPARABLE
Igual de abrumadora fue la victoria de Roger Federer, un 6-3, 6-4 y 6-3 sobre el alemán Andreas Beck, e igualmente el suizo avanzó a la tercera ronda.
"En esto hay que saber regular fuerzas para los partidos duros más adelante", dijo Federer. "Ha sido el arranque perfecto. Jugué el lunes, tuve dos días de descanso, y otro fácil físicamente hoy. Estoy en tercera ronda a mis anchas".
Este parece ser el excelso Federer de siempre y no el del opaco rendimiento tras ganar en enero el Abierto de Australia, el decimosexto Slam de su carrera. Ahora, con Paul Annacone como entrenador, Federer ha arrancado impecable en un torneo en el que va por el récord de seis títulos.
Beck no fue rival para Federer, lo lógico por la brecha de 102 escaños que le separan del segundo del ranking. El alemán cometió 11 dobles faltas contra ninguna del suizo.
Federer ha ganado 42 de sus últimos 43 partidos en Flushing Meadows, y la solitaria derrota fue la que el argentino Juan Martín Del Potro le propinó en la final del año pasado.
Otros sí tuvieron que sudar. Tal fue el caso de Kei Nishikori, un japonés que debió superar la fase previa y que sufrió calambres en la mano derecha al derrotar 5-7, 7-6 (6), 3-6, 7-6 (3), 6-1 al croata Marin Cilic en 4 horas y 59 minutos. Cilic (11) había alcanzado los cuartos de final del torneo el año pasado y fue semifinalista del Abierto de Australia en enero.