El presidente Felipe Calderón dijo aquí que el combate a la delincuencia organizada debe ser una responsabilidad compartida y una batalla que debe darse en ambos lados de la frontera, pero aclaró que cada quien en su territorio y en el ámbito de su competencia.
"Es indispensable, insisto, que el embate al crimen organizado se asuma plenamente como una responsabilidad compartida entre Estados Unidos y México y una batalla que a ambos lados de la frontera estadounidenses y mexicanos debemos de dar y ganar como aliados, cada quien en su territorio, cada quien en el ámbito de su competencia, pero con una estrecha colaboración en materia de información, de inteligencia y políticas públicas.
Ambas naciones, dijo, debemos seguir colaborando para derrotar a esas organizaciones y poner un alto al trafico de drogas de armas , dinero ilícito y poner a salvo a los jóvenes.
Dichas palabras las pronunció Calderón al echar a andar el programa oportunidades urbanas y luego de reunirse en privado con el embajador de Estados Unidos en México, Carlos Pascual.
El fin de semana fueron asesinados Lesley A. Enríquez empleada del consulado estadounidense en Ciudad Juárez, y su esposo Arthur Haycock Redelf, así como Jorge Alberto Salcido, esposo de otra funcionaria de este consulado.
En el acto que celebró a Calderón en el gimnasio del colegio de bachilleres expresó su más enérgica indignación y condena por el crimen contra estas personas vinculadas al consulado.
El mandatario mexicano expresó su más sentido pésame a familiares, amigos, compañeros y al gobierno que servían, y deseó que pronto encuentren consuelo.
Calderón aseguró que son más los juarences que trabajan por su ciudad que aquellos que cometen trapacería.
Recalcó que su gobierno no dará marcha atrás en su lucha contra el crimen organizado en Ciudad Juárez, donde ampliará el programa oportunidades a 25 mil familias pobres de este lugar.