La semana próxima pasada invitado por el rector de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, licenciado Mario García Valdez, tuve el honor de participar en la 35 edición de la prestigiada Feria Nacional del Libro de la UASLP.
En un país como el nuestro donde escasea el hábito de la lectura, esta feria del libro, -como todas las de su género- tiene como objetivo cumplir con una de las funciones sustantivas de nuestras instituciones educativas, que es promover, acrecentar, arraigar, difundir la cultura y facilitar el acceso a la lectura, buscando acercar a los cerca de 90 expositores y casas editoras más importantes del país a los estudiantes y lectores en general.
Las anteriores ediciones se habían llevado a cabo en la bellísima Plaza de los Fundadores, -de la capital potosina- sin embargo el rector, licenciado Mario García, determinó que las ediciones 2009 y ahora la 2010 se llevaran a cabo en el edificio central de la Universidad, que representa un icono para la cultura potosina y es una joya arquitectónica de la ciudad.
En el patio central de ese claustro universitario pleno de historia, tuve el privilegio de participar acompañado de tres prestigiados académicos y amigos: el licenciado Miguel Martínez Castro como moderador y los licenciados Alejandro Leal Tobías y Fabián Espinoza Díaz de León como comentaristas.
Ya en la universidad, pude testimoniar la armonía que reina entre cuerpo rectoral, maestros, personal administrativo y alumnos; "La UASLP es -sin duda alguna- una de las casas de estudio públicas más sólidas a nivel nacional; su liderazgo es consecuencia de una consistente oferta educativa, de una eficaz atención al sector estudiantil, de la preeminencia nacional e internacional de sus investigadores, de la formación de profesionistas de calidad con sentido social y de planes y programas acordes con las exigencias de una sociedad en constante cambio.
Desde 1861 en que abrió sus cátedras el Instituto Científico y Literario, como antecedente inmediato de la UASLP, ésta ha fomentado una cultura de calidad que le ha permitido obtener trascendentes logros académicos y le ha generado un legítimo reconocimiento allende sus fronteras; sus fortalezas se han potencializado en un clima de trabajo estable, que permite desarrollar nuevas ideas y dirimir las diferencias naturales de una organización diversa y plural como la universidad".1
Para concluir, le recuerdo lo que dicen los estudios más recientes:
"Hacerlo parado fortalece la columna vertebral;
Realizarlo boca abajo estimula la circulación de la sangre;
Aunque boca arriba es más placentero;
Pero a veces hacerlo solo, aunque rico no deja de ser egoísta;
Ahora que en grupo puede ser divertido;
Recuerde que en el baño es muy digestivo;
Y que en el auto es harto peligroso.
Cuando se hace con frecuencia desarrolla la imaginación;
Y entre dos, enriquece el conocimiento;
Pero de rodillas... resulta doloroso;
Y hacerlo en la alberca o en la playa es placentero.
En fin, en el taller o en el campo, en el camión o en la cocina, sobre la mesa o sobre el escritorio, antes de comer o de sobremesa, en el trabajo o en la cama, en la hamaca o en la oficina, desnudos o vestidos, en la mañana o antes de dormir, sobre el césped o en la alfombra, con música o en silencio, entre sábanas o en el closet: hacerlo, siempre es un privilegio de amor y de gracia.
No importa la edad, ni la raza, ni el credo, ni el sexo, ni la posición política... ¡Leer es un placer! Sin duda lo mejor es leer y disfrutar de la imaginación, y tú lo acabas de experimentar. ¡¡Enriquece tu hábito por la lectura!! Recuerda que cada vez que leemos un libro... muere un burro".2
1 Universidad Autónoma de San Luis Potosí, www.uaslp.mx
2 Viejo chiste del colectivo social.