LA RENUNCIA AL PAN de Fernando Gómez Mont, secretario de Gobernación, en el Gabinete del Gobierno panista del presidente Felipe Calderón Hinojosa, tiene sin duda varias y diversas implicaciones para nuestro país y para la política de Calderón Hinojosa en materia electoral, de la guerra contra el crimen organizado y la propia seguridad nacional.
FERNANDO GÓMEZ MONT es de vieja estirpe panista que se remonta hasta los mismos orígenes de ese partido, no obstante ello, no ha tenido ningún prurito para renunciar en medio de una crisis de gobernabilidad y de doce procesos electorales pendientes.
PARECE QUE FUERON las estrafalarias alianzas que el PAN viene pactando con el PRD, PT y Convergencia las que colmaron la paciencia y tolerancia del responsable de la política interna del país; de lo que podemos estar ciertos, es que Gómez Mont sí consultó previamente al presidente su renuncia y que le expuso además, las causas que originaban esa dimisión.
SI ESTO ES ASÍ, debemos concluir que el presidente Calderón se sostuvo en su dicho como jefe nato del PAN, de constituir alianzas con los tres partidos que durante los últimos tres años han venido pregonando a los cuatros vientos y con acciones, que Calderón Hinojosa es un presidente ilegítimo y espurio.
ESTO TAMBIÉN querría decir, que a Calderón Hinojosa no le importa hacer pactos y alianzas hasta con el mismísimo diablo, con el fin de tratar de ganar alguna de las elecciones de este año.
PERO TAMBIÉN esto nos pondría en evidencia, que las alianzas pactadas por el PAN con sus enemigos históricos, no les darán a los candidatos de la coalición los votos que están calculando. El asunto es más que claro: los votos duros del PAN no favorecerán a los candidatos de las alianzas y los votos que puedan aportar los coaligados, todos en conjunto, no representan ni el 7% del total de los sufragios.
TAN CIERTO ES que el voto duro de los panistas no favorecerá a las alianzas, y así lo hizo saber uno de los fundadores de ese partido al declarar que está en contra de las alianzas con los enemigos históricos del partido azul. De ahí que no seía nada raro que al momento en que sufraguen los panistas en las próximas doce elecciones estatales, éstos mejor se abstendrán que votar por un ex priista, un perredista, uno del PT o de Convergencia. Lo mismo sucedería con los votos duros de los tres últimos partidos, ya que nunca sufragarían por un candidato panista o ex priista. Y es que el revoltijo que armaron es de verdadera antología.
POR LO PRONTO Fernando Gómez Mont, secretario de Gobernación panista, ya emitió el primer voto duro en contra de las alianzas, voto que ahí queda para los analistas políticos.
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