El mes de marzo abrió con un hecho insólito, pero a la vez esperado y sin precedentes en los 64 años de historia de la Monumental Plaza de Toros México. Hecho que ha quedado para siempre registrado con letras de oro en el libro de la tauromaquia nacional.
Antes de su alternativa, Hilda Tenorio ganó categoría en el escalafón novilleril, subiendo peldaños hasta llegar a verse sobrada ante sus enemigos obteniendo poco a poco una inigualable calidad torera. Aunado a ello el hecho de sumar un número considerable de novilladas, siendo así el factor fundamental para que obtuviera su merecida alternativa.
Para el gusto de los más exigentes, a Hilda le falta cuajar, para quienes disfrutan la fiesta saben que esto es un proceso natural que le sucede a los recién graduados y lo que lo mejor está por venir. Por ahora su torerismo ha quedado patentado por su entrega.
Registrando lo hecho en la Plaza de Toros México, Hilda Tenorio realizó dos festejos como niña torera, de novillera lidió en nueve ocasiones más un festival, cortó siete orejas y salió a hombros en tres ocasiones.
Antes de tomar su alternativa, recorriendo la legua como becerrista, se quedó a dos del medio centenar de actuaciones, más cincuenta novilladas realizadas hasta el día de su lesión.
Fue en el 2004 cuando se escuchaba fuertemente que Hilda Tenorio tomaría su alternativa, incluso fue programada en los carteles de la Monumental de Insurgentes, sin embargo sobrevino su lesión en la rodilla, lo que la apartó de la actividad taurina por espacio de tres años.
Al recuperarse de su lesión de rodilla, lidió poco más de 30 tardes, de las cuales destacan su participación en plazas de relevante importancia como la Monumental Plaza de Toros México, Apizaco, Ciudad Juárez (Chihuahua), Guadalajara, Puebla, Tlaxcala, Torreón y Morelia.
Magnificando lo realizado tanto en provincia como en la Plaza de Toros México, donde cortó tres apéndices en una sola tarde, más un rabo obtenido en la Feria de la Ciudad de México, luego en Morelia al cortar tres orejas y un rabo y lo hecho al ser colocada en el cartel de la Feria de San Pedro Xaloztoc cuando cortó cuatro orejas y un rabo. Esto sin contar los innumerables trofeos que se hicieron humo tras fallar con la espada.
Así le llegó la hora y la oportunidad a la hoy matadora de toros Hilda Tenorio. Al fin un enorme sueño se cumplió, la ilusión que todo novel espada nacional o extranjero desea realizar: tomar la alternativa en la Monumental Paza de Toros México.
Su padrino Manolo Mejía triunfó con maestría, pero antes le entregó los trastos de torear a Hilda, que dejando la escuela inferior adquirió así el título de torera, para que el destino hiciera su parte y los duendes saltasen a la arena ante la entrega, temple, valor y arte de la joven torera.
Finalmente el alternante y testigo español Ruiz Manuel se retiró en blanco, mientras que en hombros, ante la intensa ovación, abandonaron el ruedo el triunfador Manolo Mejía e Hilda Tenorio, la mujer torera.
Enhorabuena para la nueva matadora, orgullosamente mexicana, que con dignidad la tarde de su alternativa toreó mejor que muchos, saliendo a hombros de la México y llevando en su mano el trofeo obtenido. ¡Que viva Hilda!, ¡que viva la fiesta!, y ¡que vivan las damas toreras!
Ulisesrivera7@yahoo.es
