Obama. El presidente Obama lanza severas críticas a los documentos filtrados. ARCHIVO
La filtración de 91,000 documentos sobre la guerra en Afganistán, que ha alentado a los contrarios al conflicto y pone a prueba el apoyo del Congreso estadounidense, quedó ayer sujeta a una investigación en el Pentágono y recibió críticas del presidente Barack Obama.
La pesquisa en el Pentágono correrá a cargo de la división investigadora del Ejército de Tierra, informó el coronel David Lapan, portavoz del Pentágono, al referirse a la filtración de los documentos, que revelan operaciones encubiertas, muertes de civiles de las que nunca se informó públicamente y denuncian la ayuda de los servicios secretos paquistaníes al movimiento talibán.
Esta misma división llevó a cabo la investigación sobre el analista de inteligencia Bradley Manning, de 22 años, acusado en mayo de filtrar otros documentos a "Wikileaks", una organización que se dedica a denunciar en Internet malas prácticas.
Según Lapan, no está claro si las docenas de miles de documentos divulgados el pasado domingo por "Wikileaks" proceden de Manning o su filtración es responsabilidad de otra persona.
El lunes, el portavoz había indicado que la filtración podía haber sido obra de cualquier persona con autorización para acceder a documentos secretos.
En sus declaraciones ayer, Lapan indicó que la investigación se centrará "en un espectro más amplio" de personas que pudieron ser la fuente de la filtración. "La investigación no se centrará sobre un individuo en particular, tiene un espectro más amplio", declaró el portavoz.
"Wikileaks" publicó el domingo por la noche en su página de Internet la mayor parte de los documentos, bajo el título "Diario de la Guerra Afgana".
Estos documentos abarcan desde enero de 2004 hasta 2010, según indica la organización.