A la ciudadanía de Torreón
Hago una aclaración por este medio. El 30 de diciembre de 2009 por la noche, se me entregó como tercer regidor del R. Ayuntamiento de Torreón la cantidad de 95,476 pesos, dinero que no entra dentro de mis pagos como empleado municipal, ya que con anterioridad fueron depositados mi sueldo y aguinaldo, siendo mi puesto de elección popular, no se contempla ni liquidación, ni bono de marcha, y cabe decir que en una sesión de Cabildo a inicios de 2006 voté por que éste no se diera.
Siendo así, el pasado 31 de diciembre doné este dinero en partes iguales de $28,300 pesos a: “DALA, A.C.” Defensora de Animales de La Laguna y, a “La Gaviota A.C.” Compañía Coahuilense de Teatro, y $ 29,329 a “Amistad de La Laguna A.C., Casa del Alfarero”.
Los 9,547 pesos restantes los entregaré al PAN ya que por reglamento tengo la obligación de entregar el 10% de todas mis percepciones por ser funcionario con cargo de elección popular.
Gerardo Iván García Colmenero,
Torreón, Coahuila.
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A Eduardo Olmos
Presidente municipal de Torreón, Coahuila, le deseo lo mejor en esta nueva Administración municipal, y esperando que las personas que haya designado como sus colaboradores lo apoyen y tengan más acercamiento al ciudadano que los eligió y al que no, también, si ustedes aplican la Ley y los reglamentos de esta ciudad, las cosas se les facilitarán.
Por ejemplo, la Ley de Ecología y Tránsito, ya que parece que tenemos un gusto muy especial por el ruido, si nos damos una vuelta al Centro, muchos negocios dizque para atraer clientes, tienen los aparatos de sonido a todo lo que dan, igual hay antros que rebasan los decibeles permitidos y no les importa espantar el sueño y dañar la salud de los vecinos, en la actualidad parece moda, en los vehículos automotores los propietarios de éstos, les están colocando un aditamento para producir demasiado ruido y -tengo entendido- están prohibidos por Ecología y Tránsito, sin embargo, la autoridad es muy complaciente con estas malas costumbres.
Por otro lado, las banquetas, quien tuvo la brillante idea de diseñarlas para protección de los peatones, son también presa de algunos ciudadanos inconscientes y las han tomado como extensión de sus negocios, obstruyendo el paso de la gente y obligándonos a bajar al arroyo, con el riesgo de ser atropellados por los vehículos.
Entiendo que la inseguridad nos obliga a tomar muchas precauciones, pero también suben los carros a las banquetas obstruyendo el paso libre a los peatones. Yo soy minusválido y en ocasiones cuando tengo que ir a la tienda o a la farmacia con mucha dificultad lo tengo que hacer, ya que siempre hay algo que obstruye, como escombro o material de construcción que por meses los dejan olvidado.
Señor presidente, por favor ayúdenos aplicándonos la Ley y multe a quienes la infrinjamos. Échele muchas ganas.
Gregory del Marro y Seguín,
Torreón, Coahuila.
