Tradición perdida
“Nos reunimos por lo que fuimos, no por lo que somos”.
Con todo respeto y sin demeritar la época gloriosa y tradición de exalumnos de otras instituciones educativas de nuestra Región Lagunera, con este lema los exalumnos de nuestro querido y glorioso Instituto 18 de Marzo, nos reuníamos en esta época navideña para compartir con un modesto desayuno que año con año por estas fechas se organizaba para recordar.
Se dice que “recordar es vivir” y el cual aprovechábamos para compartir por breves momentos la alegría de vernos, el reencuentro al final de un año más, de seguir con vida, de aprovechar para compartir sueños, alegrías, anhelos y esperanzas por un futuro mejor, estrechar y fortalecer la gran amistad que a través de todos esos años de vida estudiantil se logró consolidar y que a pesar de las diferencias que todos y cada uno tuvimos en su momento, hoy quedan en el baúl de los recuerdos y sólo con vernos, con un abrazo fraterno sellamos y refrendamos la amistad que deberá prevalecer por siempre.
Las generaciones anteriores a los setenta fueron los iniciadores de esta tradición, protagonistas de una época gloriosa de nuestro país, de nuestra región y de nuestro glorioso Instituto 18 de Marzo.
La pasada época decembrina se considera la ideal, ya que los exalumnos que viven fuera de la región regresan a su terruño para estar con sus familiares y compartir con los amigos de antaño.
Hoy esta tradición se ha perdido, está a la deriva, confundida por falta de un líder que logre la unidad, la integración de todos sus exalumnos sin excepción, incluyendo a las futuras generaciones.
Hoy necesitamos a uno de los muchos líderes naturales que sobresalieron como personas y su dedicación al trabajo en los setenta para que retomen esta tradición y recuperen el espacio perdido, alcanzar la unidad de todos los exalumnos “auténticamente” egresados de nuestro glorioso Instituto 18 de Marzo.
Es de esperar por nuestra parte responder a ese llamado e integrarnos; sirva de ejemplo el trabajo de los egresados de la 18 de Marzo que radican en la capital Durango y que han logrado conservar la unidad, proyectar una imagen y mayor presencia en la sociedad duranguense.
Admiramos y respetamos el trabajo y la excelencia estudiantil realizada por las actuales autoridades educativas de nuestro Instituto y espero sepan comprender y permitan retomar el verdadero “espíritu” que motiva y nos une a todos los exalumnos de antaño en esta época.
José Rubén Robles Martínez,
Ciudad Lerdo, Durango.
