¿Subsidios del Gobierno?
Antes de finalizar el año 2009, el presidente ungido (no electo según el sentir de muchos mexicanos), Felipe Calderón, faltó a su palabra de no incrementar el precio de la gasolina, así como a las promesas de campaña, que muchos no tan inocentes sabíamos no cumpliría, como bajar los impuestos.
Con lo anterior no sólo faltó a su palabra, traicionando a los que creyeron en él, sino que además afectó a quienes tuvimos que soportar que ocupara el puesto máximo en nuestro país, ante las dudas y sospechas de la manera en que llegó a la Presidencia.
No sólo incumplió su palabra, peor aún, aumentó los impuestos, cuando otros países ante la emergencia económica hicieron lo contrario, apoyando a la red productiva para generar empleo y lograr una más pronta recuperación de la economía con menos daños a la población, pero su Gabinete “de kinder”, insensible al sentir de la población, además de su poca experiencia, comete errores que sólo el pueblo paga.
Es ofensivo que mientras aumentan impuestos alegando que es para combatir la pobreza, se sirven con la cuchara grande, en gastos superfluos que rayan en lo ofensivo, como pagos de seguros médicos mayores (ojalá visitaran el IMSS o el ISSSTE, o la Ssa), gastos de autopistas, gastos de gasolina, gastos de celular, gastos para asesores (¿si necesitan asesores para qué los queremos a ellos en esos puestos?), gastos para avión, gastos para comida (algún funcionario recibe 3 mil pesos diarios para alimentos, lo que muchos mexicanos no reciben en un mes -por eso está “panzón”-), y mejor no le sigo porque estimado lector, pensará que estoy mintiendo o terminará con malestar estomacal de ver cómo se gastan su dinero que falta le hace para cubrir lo más indispensable.
Justifican el aumento de la gasolina diciendo que no pueden estar nuestros precios de petróleo por debajo de los de Estados Unidos, por ejemplo, pero “olvidan” mencionar que nuestros salarios no están al nivel de otros países.
Obviamente tampoco informan en qué proporción están sus sueldos, respecto al de funcionarios del mismo nivel en otros países de igual nivel de economía a la nuestra, claro que no les conviene que el pueblo se entere del despilfarro que hacen de los dineros del pueblo.
Justifican aumentos porque “ya no es posible seguir subsidiando al pueblo”, mentira, el pueblo está subsidiando al Gobierno (diputados, senadores, presidentes, gobernadores, partidos y sindicatos, y mafias similares). Los costos de producción de productos o servicios del Estado son caros por la ineficiencia con que operan, por la corrupción con que manejan nuestro dinero y porque al Gobierno le conviene que todo siga igual, tolerando corruptelas de caciques, líderes sindicales, partidos, etc., porque entre ellos se reparten el pastel que es México.
Mencionan combate a la pobreza, como quien quita dos pesos con la mano derecha al pobre (y no tan pobre), y luego se ufana de ayudarlo regresándole 50 centavos y guardándose el resto y gastando dos pesos para anunciar su “obra benéfica”. ¿Para qué tanto gasto de lucimiento, si es dinero del pueblo?
Acaso el pueblo no les agradecería más, que en lugar de spots y propaganda, ese dinero gastado mejor lo distribuyeran de manera eficiente e inteligente en obras o generación de empleos.
¿Hasta cuándo permaneceremos callados? Porque creo que ya el agua rebasó el cuello. El año 2010 ya llegó, y recuerden que el pueblo aguanta “hasta que la panza aguanta”, y me temo que muchas ya están vacías gracias a nuestra clase política. Ojalá y este 2010 sea de cambios positivos para el país.
Jesús García Barrera.