Dejemos hablar al corazón
Con la tragedia de Haití, todos debemos ayudar. No hay familia en nuestra Laguna que no pueda compartir una bolsa de sopa.
Las proporciones de la tragedia son mayúsculas: hay un millón y medio de personas sin nada, sólo en Puerto Príncipe, sin ayuda y sin víveres.
Contabilizando para cada persona medio litro de agua y medio kilo de comida nos daremos cuenta que se requiere un millón y medio de kilos de ayuda al día, es decir, mil quinientas toneladas, los aviones Hércules pueden con sesenta toneladas, es decir, debían estar llegando veinticinco aviones diarios, uno por hora, lo que no está sucediendo.
Hagamos pues un paréntesis en nuestro diario batallar y ayudemos aunque sea poquito esta bolsita de comida, tal vez salvará una vida. Acudamos a los centros de acopio y regalemos vida ni más ricos, ni más pobres, pero ciertamente más humanos y como dijera Fray Miguel de Guevara:
“No me mueve Señor para quererte el cielo que me tienes prometido, ni me mueve el infierno tan temido para dejar por eso de ofenderte, muéveme tú Señor, muéveme el verte en ‘el golpeado hermano’ encarnecido. Muéveme ver su rostro tan herido, muéveme sus angustias y su muerte. Muéveme en fin tu amor de tal manera, que aunque no hubiera cielo yo te amara y aunque no hubiera infierno te temiera”.
Arturo P. Salas Juárez.
Torreón, Coah.
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¿Contra los gays?
El lunes 11 vi en la sección A una noticia sobre la postura del cristianismo en torno al matrimonio y adopción de bebés por parte de los gays, y decía así: “la Iglesia Católica arremetió en contra de todos aquellos que quieren prohibir hablar en nombre de Jesucristo.”
Creo que no existe tal arremetida. Los mismos líderes del movimiento cristiano (católicos o no) han expresado que el cristianismo no odia a ser humano alguno sino que ama a todos por igual, incluidos a los gays; tan es así que los cristianos defendemos el principal derecho que tienen los gays: el derecho a la vida, cosa que no hacen ciertos grupos políticos del DF donde a los gays no se les reconoce su derecho a nacer. Un papelito no es necesario para que dos hombres puedan vivir en pareja ¿verdad?, pero nacer sí lo es. Los hambrientos de poder que se presentan como salvadores de los gays son quienes en realidad arremeten contra ellos, los utilizan políticamente, pero los devoran a escondidas.
Sobre el reportaje del día 11, me pregunto: ¿qué encabezado periodístico podemos esperar los cristianos cuando algún grupo político-social reniegue contra el cristianismo o incluso use violencia física contra las celebraciones cristianas como ha ocurrido en la catedral Metropolitana? ¿Acaso veremos algo como por ejemplo: “Partido político ataca al cristianismo”?, o qué tal un “PRD arremete contra las enseñanzas de Cristo”. No hermanos, sería demasiado costo político para ellos, en vez de eso, veremos encabezados como: “Partido político enaltece derechos de género...etc.”
Pero en fin, el cristianismo ha sido perseguido incluso desde antes de nacer, cuando Herodes mandó matar a los bebés. Todos los regímenes que intentaron destruirlo terminaron autodestruyéndose, y los actuales regímenes anticristianos galopan hacia el mismo destino. Lástima por ellos.
Cada vez se ve más en los medios opiniones sobre religión vs. política; en la mayoría de éstas el cristianismo es criticado y tachado; pero también habemos quienes lo defendemos, y tengo aún la esperanza en que nuestra opinión también será divulgada. Aunque siempre será con hechos la mejor manera de defender aquello en lo que creemos.
Dejemos pues que se vea ese amor al prójimo que caracteriza al cristianismo, sobre todo ahora que hay tanta necesidad en México y en el mundo, especialmente en lugares como Haití, donde hasta el más sencillo plato de frijoles es como un manjar de supervivencia.
Antonio Arias.
Torreón, Coah.