Gómez Palacio, abandonado y quebrado
El problema de México, entre otros muchos, es que frecuentemente nuestros políticos se enrolan en proyectos personales en los que involucran a la comunidad que dicen representar. Lamentablemente cuando sus proyectos no cuajan, quien padece los resultados es la sociedad en su conjunto. Esto parece que esta sucediendo con el caso de la Presidencia de Gómez Palacio.
Noticias recientes señalan que la última junta de cabildo en este municipio duró solo tres minutos, sin la presencia del presidente municipal y todo indica que se tuvo que realizar para cumplir con la obligatoriedad de hacer una reunión por semana. Parece que demasiado temprano se ha dejado el barco a la deriva, tanto por quien inició su conducción como por quien asumió su mando a la mitad del trayecto.
Probablemente la presidencia de Gómez Palacio maneja el mayor presupuesto de todas las empresas enclavadas en este municipio, si se descuentan aquellas que, teniendo su oficina principal en esta ciudad, tienen alcance nacional. Para este año el presupuesto de este municipio alcanza la cifra nada desdeñable de poco más de un mil millones de pesos. Para 2009 aún no se tienen cifras definitivas de cuanto se recaudó y cuanto se ejerció, pero se supone que estará ubicada en una cifra similar a la de este año.
A donde se han ido estas cifras millonarias, porque con un presupuesto tan abultado este municipio ha tenido tantos problemas de liquidez en el último año, pues ha sido evidente que la falta de conclusión de obras y la suspensión de abastecimiento de insumos, que en la actualidad padece la presidencia, se debe a la falta de pago a contratistas y proveedores. Y también es sabido que se espera solucionar este problema con el préstamo que próximamente le será otorgado.
No ha sido posible conocer el importe total de los pasivos a corto plazo que se arrastran, parece que la transparencia y acceso a la información a que tenemos derecho los ciudadanos no ha llegado a este municipio; es más parece que ni los propios regidores conocen el monto total de lo que se adeuda. Esto ha originado un sin número de especulaciones, como aquella de que ni con todo el préstamo que se espera se alcanzará a cubrir la totalidad de los adeudos.
Un principio elemental, hasta para una miscelánea, es saber presupuestar sus gastos, en función de los ingresos esperados. Pues parece que este principio elemental les paso de noche a los que manejan las finanzas municipales en Gómez Palacio. Es triste llegar a la conclusión de que en lugar de convertirse en un factor de impulso de la economía, la presidencia se ha convertido en el mayor de los obstáculos, pero más triste y deplorable es dejar un municipio quebrado, endeudado e hipotecado, como nunca en su historia.
Jorge Hernández Espino
Torreón, Coahuila.
