Alianzas políticas ¿inteligentes?
Sin duda uno de los temas de actualidad es el de las alianzas entre partidos políticos para competir coaligados en los distintos procesos electorales a efectuarse en julio próximo en varios estados de la República. En realidad éste asunto no pasaría de ser una noticia sin la mayor trascendencia a no ser porque se trata de alianzas que para el sentido común resultan verdaderamente inexplicables y contrarias a toda lógica, ya que no pretenden aliarse para ir en busca de un proyecto social bien definido para atender la problemática de la sociedad que buscan gobernar, sino hacerlo con el único propósito de “tratar de cerrarle el camino al PRI en 2012”.
Tienen razón quienes afirman que en nuestro país las alianzas o coaliciones políticas son absolutamente legítimas, ya que están contempladas en la legislación respectiva tanto a nivel federal como a nivel estatal. Eso es cierto, pero lo que para muchos resulta una aberración es que los partidos que han decidido hacerlo tienen, dentro de sus estatutos, concepciones claramente encontradas respecto a sus fines ideológicos, ya que normalmente en todos los países democráticos dichas alianzas se dan entre partidos con ideas afines o sea, con diferencias ideológicas menores en las cuales cabe fácilmente una concertación, pero existiendo una clara concepción y aceptación de lo esencial que se pretende al decidir la alianza. En éste caso se pueden considerar las alianzas entre partidos de izquierda como las realizadas en Chile y en España donde aún gobiernan los socialistas.
A las alianzas entre el PAN y algunos partidos de Izquierda como son el PRD, Convergencia y como parece, sólo en el caso del estado de Oaxaca, del PT, no han recibido el beneplácito de varios conspicuos representantes de la derecha. Vicente Fox, Diego Fernández de Ceballos y el propio secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, han criticado acremente tal decisión de su partido llegando éste último al extremo de renunciar, por ése motivo, a su partido en el que por toda su vida han militado él y toda su familia. Igualmente por parte de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador y Cuauhtémoc Cárdenas han coincidido, con toda razón, en calificar dicho propósito como “una grave falta de respeto a los principios de los respectivos partidos”.
Y por el lado de lo analistas políticos tampoco han faltado las críticas al respecto.
Como sea, pese a las enormes y abundantes críticas en contrario, los dirigentes y parte de los militantes de los partidos involucrados en estas alianzas andan más que alborozados porque está claro que sus decisiones han llamado la atención de los medios y por lo mismo del público en general. Más se antoja pensar que lo que buscan ésos dirigentes son los reflectores dado que su imagen está en su peor momento de deterioro. Están apostando su resto, que no es mucho lo que les queda, a ésta aventura.
Héctor Astorga Zavala,
Torreón, Coahuila.
