Indigna asesinato de gente ligada al Consulado de EU
Obama se indigna por los asesinatos de personas relacionadas al Consulado de Estados Unidos en Ciudad Juárez, Chihuahua, pero… ¿se indignará acaso por las 18 mil muertos que ha dejado el proyecto estadounidense de lucha contra la delincuencia denominado Iniciativa Mérida?... Hoy Felipe Calderón no se atreve a decir “es por una lucha entre pandillas” como dijo, respecto a jóvenes estudiantes asesinados en masa, el mes pasado en la misma ciudad fronteriza. La señora Clinton, secretaria de Estado, se encoleriza por el triple crimen y el embajador en México queda estupefacto.
No cabe duda que tanto Felipe Calderón como el presidente Obama, la señora Clinton y el embajador de Estados Unidos en México “son muy sensibles” y muestran su cólera, indignación, asombro y estupefacción por tan abominables asesinatos. Yo sostengo otra hipótesis sobre el porqué de esos crímenes.
Pienso que fueron selectivos tal y como lo acostumbran “especialistas en estos menesteres” de EU, Israel y Gran Bretaña. Los muertos no eran personas importantes y de alguna manera podían servir para crear “indignación” y “cólera”, llenar de “asombro” y sembrar “estupefacción” en almas muy “sensibles” relacionadas con la política bilateral México/EU y de paso producir material informativo suficiente para lograr un intervencionismo indiscutible cuando menos en las tesis que se esgrimen por conducto de los medios de comunicación.
Estados Unidos nos obliga a militarizarnos mediante el entreguismo del presidente Calderón, lo hace no sólo para defender sus intereses y, absolutamente no, los nuestros. Lo hace para fijar su postura intervencionista de una vez y para siempre y evitar lo que en América Latina le está sucediendo respecto al alejamiento a la sumisión que otrora, mostraban sus gorilas impuestos en casi todas las naciones del sur de sus fronteras.
Washington -hoy en México con Felipe Calderón, como ya lo hace con Uribe de Colombia para no ir tan lejos por un ejemplo- pretende lograr con los asesinatos de personas “prescindibles” de muy bajo perfil del Consulado estadounidense en Ciudad Juárez, Chihuahua, un escándalo superlativo suficiente para minar el prurito nacionalista relativo al intervencionismo ya inocultable sobre todos los sectores sensibles de nuestro Gobierno y sociedad e imponer dentro del marco de la Iniciativa Mérida, obligaciones de México –sin duda, violatorias todas ellas a nuestra Carta Magna- inaceptables y fuera de los márgenes jurídicos que resguardan nuestra ya de por sí menguada soberanía.
Ese es el quid de los asesinatos en Ciudad Juárez de gente ligada al Consulado de Estados Unidos.
Augusto Hugo Peña D.,
Torreón, Coahuila.
