Mujeres
Desde hace muchos años existen mujeres que son padre y madre de sus hijos, ya sea por abandono del marido o de su pareja o mujeres que de manera brusca se enfrentan a una viudez repentina, mujeres que salen adelante con muchas complicaciones, tabúes sociales y en un gran número de casos aceptando la protección de algún hombre con tal de darles abrigo y alimento a sus hijos.
Esta situación no ha cambiado, al contrario, se ha incrementado de manera impresionante la cantidad de mujeres solas, tal vez el término solas no esté bien aplicado pues en realidad no están solas, están sin pareja, que es muy diferente, pero percibo que hay una inmensa diferencia entre nuestras mujeres de antaño y nuestras mujeres actuales, siendo ahora mujeres aguerridas, bravas, cultas, felices, triunfadoras y realizadas, siendo ya cada vez menos usado el término peyorativo de: “mujeres divorciadas”, “solteronas”, “viudas” o hasta “dejadas”, término que aún en pleno siglo veintiuno es usado en tono despectivo por nuestro propio género.
Es el momento del renacer de la dignidad femenina con pareja o sin pareja, casadas o solteras, es momento de aceptarnos y valorarnos aún más allá de nuestras propias necesidades afectivas, dependencias emocionales y económicas para que al momento de enamorarse estén primeramente enamoradas de sí mismas y bajo esta premisa amar sin límite a su pareja y por caso contrario si estás dentro de una relación que no te ayuda a crecer como persona que te maltrata física o verbalmente, de la cual no recibas apoyo ni respeto, no dudes en salir de ahí sin miedo y con esperanza.
Una oda a las mujeres del Norte del país que por naturaleza son mujeres valientes aguerridas y de carácter fuerte, un reconocimiento a las mujeres profesionistas y amas de casa por su doble labor, a las que son únicamente amas de casa por su maravillosa tarea de ser formadoras de mujeres y hombres de bien y a su incondicional entrega al amor.
Un aplauso a las mujeres que por convicción decidieron vivir felices y plenas sin pareja, a las de preferencias sexuales diferentes, a las niñas, a las adolescentes, a las jóvenes, a las maduras, a las de la tercera edad, a todas las mujeres les digo que vivamos a plenitud y disfrutemos sin límite nuestro género que sin lugar a dudas está por llegar la plena y completa igualdad de género en todos los ámbitos de nuestra sociedad.
Sonia Angélica Cázares Salazar.
Torreón, Coahuila.