Si no hay seguridad, no habrá inversión
Hace años se fue la Renault, no tanto lo hicieron la RCA y LG; las maquiladoras manufactureras de prendas de vestir remotamente representan en la actualidad lo que llegaron a ser en su mejor momento.
Seguramente serán muchos y muy variados los motivos, pero los resultados de estos cierres irremediablemente que trajeron sus consecuencias negativas para la economía regional.
Sin duda que lo mejor que pueden hacer las autoridades de los diferentes niveles de gobierno es atraer a inversionistas (sean nacionales o extranjeros) para que inviertan en la región.
Habría que empezar por contar con la infraestructura necesaria para que nos tomen en cuenta: parques industriales que cumplan los requisitos, vías de comunicación ágiles y baratas, aeropuerto con capacidad de recibir aviones de carga, mano de obra calificada, etc.
Sin embargo, cumpliendo con todos los requisitos que exigen las grandes empresas, además de ofrecerles todo tipo de apoyos para convencerlos, ¿habrá quién quiera venir a estas tierras a invertir despues de todo lo que se sabe en cuanto a temas de inseguridad?
Las grandes manufactureras toman sus decisiones en este sentido en base a sus conveniencias particulares, irremediablemente se irán a donde les convenga y puedan trabajar con tranquilidad y con el menor riesgo posible.
Repetitivamente las autoridades dicen abiertamente que la mejor manera de terminar con la inseguridad es creando fuentes de trabajo, paradójicamente, mientras no existan las condiciones de paz y tranquilidad difícilmente habrá quien muestre interés en instalarse en la comarca.
Dicen que la libertad debe de ser el derecho fundamental de todo ser humano, ¿qué tanto gozamos de ella los de aquí?
Jaime Díaz de León.
Torreón, Coahuila.
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Inclinación peligrosa
Considero que ante la situación de extrema violencia que estamos experimentando, parte importante de la población de nivel socioeconómico bajo, tiene inclinación creciente a simpatizar con muchos de los actos de la delincuencia organizada que enfrenta al Gobierno y a la fuerza publica.
Esto como una reacción de venganza contra el mismo Gobierno al que consideran culpable de todas sus calamidades ,y en especial por la ira reprimida y acumulada contra el sistema judicial mexicano y la conducta de sus órganos policiacos, situación, que en un escenario de avanzar se tornaría muchísimo más compleja.
Francisco Benavides Beyer.
Torreón, Coahuila.
