El secuestrodel ‘Jefe’ Diego
Es sin duda una noticia desagradable, pero cotidiana. El secuestro que algún grupo de delincuentes perpetró en la persona del polémico político, llamado abogánster por unos. Se consterna la opinión pública y se enloquece a los medios masivos de comunicación porque intentan sacarle el mayor provecho a este hecho lamentable. Los informadores deslumbran en la pantalla con la figura del de Querétaro. Sus anécdotas, empezando por la de haber sido quien negoció la alianza PAN/PRI para despojar a Cárdenas del triunfo en 1988, se cantan. Sin duda, Diego es personaje que deslumbra con su verbo, de apariencia espectacular, muy extravagante y falso esgrimista es, en la dialéctica. En resumidas palabras lo veo como un falsario apantalla-bobos. Un ex presidente del PAN dijo en los medios que su cuerpo yacía sin vida en un campo militar, luego se desdijo. Pepe Cárdenas aseguró que estaba herido, pero vivo. Entrevistó a Cuauhtémoc Cárdenas y preguntó -Por su labor en la política ¿Qué le debemos a Fernández de Cevallos? Cuauhtémoc evadió la pregunta y por la tangente salió con un comentario amable hacia el desgraciado. Debemos reflexionar sobre la pregunta nada ociosa que José Cárdenas formuló ¿Qué le debemos a Diego Fernández de Cevallos? –Luego de mi reflexión, le debemos a este hombre en desgracia, parte de la gran corrupción, violencia e impunidad que impera en México. Le debemos lo podrido de la política y el hedor en medios judiciales e informáticos y, la jod... de los mexicanos. Le debemos que la brecha entre los que tienen de más y de los que carecen de lo necesario se amplió mucho en la nefasta era en que los Fernández de Cevallos, los Salinas de Gortari, los Fox Quesada, los Creel Miranda, los Calderón Hinojosa, los Gómez-Mont y una caterva enorme de personajes mediocres, malévolos y mal intencionados, progresaron a base de pisar la espalda de nuestro pueblo y de debilitar la seguridad nacional y la soberanía de nuestra patria. Lo ideal para los mexicanos sería que apareciera con vida “el Jefe Diego” y que por la inseguridad –provocada por él entre otros- se vaya a otro país a residir. Esto sería de gran utilidad para nuestro pueblo… ah!.. y los coahuilenses le debemos que a Jorge Zermeño lo haya atropellado literalmente el PRI en su intento de ser gobernador de nuestro estado porque Diego Fernández en el Senado lo mantuvo de servidumbre suya y por ello, descuidó la campaña de Saltillo a Piedras Negras. Zermeño en cambio sí le debe, nada menos, que ser embajador nuestro en España. ¡Qué vergüenza!
Augusto Hugo Peña D.
Torreón, Coahuila.
