‘Mateo’
Mateo, “el feo”, vendedor de diversos productos casa por casa, sustituyó su fealdad por su eficiencia en las ventas.
Un día la suerte le sonrió y de la noche a la mañana se hizo millonario por lo que se convirtió en empresario teniendo vendedores que aspiran a ser como su patrón.
En un golpe de suerte Mateo hizo toda su fortuna y esto sucedió cuando andando por esas calles de Dios, casa por casa, se encontró con un amigo que era el candidato a un puesto de elección popular.
-¡Mateo! -dijo aquél con profunda sorpresa.- ¿cómo te va mi amigo, qué andas haciendo?
-Soy vendedor Paco, traigo desde peines hasta trajes de casimir y muchas otras cosas, ¿qué se te ofrece?
- A mí no Mateo, pero ¿por qué no vas al partido hoy en la tarde?, estarán todos los candidatos, seguro les vendes algo, yo te recomiendo, ya “el rollo” te lo avientas tú.
Y así fue, al estar con los candidatos Mateo empezó a mostrar su mercancía, pero ninguna lograba atraer el interés de aquellas personas.
Ya casi dando por perdida la tarde, armó un “kit” con unos lentes oscuros, un jabón para manos y un papel de rollo marca “la federación”.
Lo ofreció y casi de inmediato todos le empezaron a comprar faltándole mercancía comprometiéndose que apenas la surtiera, llevarla hasta sus domicilios.
Salió contento, éxito rotundo; en tan sólo una tarde había vendido lo de todo un mes; luego pensó: los lentes seguramente los quieren para taparse del incesante sol, el jabón de manos lo necesitan para aseárselas despues de saludar a tanta gente en la campaña y el papel de baño “la federación” pues para secárselas.
Pasaron los años y Mateo (el ya no tan feo) recibía pedidos desde diversos puntos de la República; el “kit” seguía siendo un éxito sobre todo en oficinas de gobiernos estatales.
Una tarde se encontró con su amigo, aquel que lo invitó a la reunión donde inició su buena suerte producto de toda su riqueza y al cual no había visto en años.
Se saludaron y se fueron a tomar un café; ahí Mateo le platicó que se había independizado y que era un comerciante próspero gracias al “kit” de lentes, jabón y papel de baño, le manifestó a su amigo que nunca pensó que los políticos usaran tanto esos productos para sus ojos, para sus manos y para limpieza.
El amigo rió de buena gana y le confió. -No Mateo, ellos los usan para otra cosa; mira, los lentes oscuros son para no ver más allá de lo que les conviene; el jabón es para “lavarse las manos” en cualquier bronca que les llegue y el papel de baño “la federación” es para limpiarse de todas las culpas por lo que no han hecho durante su gestión.
NOTA. Si quieren ser como Mateo pónganse a vender estos “kits” que en nuestros tiempos andan muy de moda.
Miguel Gerardo Rivera,
Gómez Palacio, Durango.