‘México necesita de toda la sociedad’
“Un manuscrito en un día, una tarde de invierno, como las hojas últimas perdidas del otoño, vino a abrirse en mis manos, se llamaba Residencia en la Tierra”.
Un simple párrafo de un antiguo libro cayó en mis manos, y eso me recordó:
Soy un residente aquí en este espacio, en esta ciudad, en este estado, en este país, y como tal estoy comprometida a luchar porque tengamos una vida más digna, desde la trinchera que me tocó luchar, llámese oficina, constructor, vendedor o ama de casa, cuando una labor se hace con eficiencia y amor, se hace bien.
Es muy diferente dejarle al hijo o al marido comida congelada en el refrigerador, que prepararle unos frijolitos con salsa y totopitos y una nota deseándole un buen día y recordándole cómo se les ama, como tampoco es lo mismo llegar al aula esperando que llegue la hora de salida, fastidiada por el poco progreso de los alumnos, que llegar con alegría buscando nuevas formas o técnicas para motivarles, cumpliendo con gusto el oficio que se escogió.
México necesita de nosotros, de la sociedad civil, del saludo amable, del buen día, de la amabilidad, la afabilidad, del desinterés por y no sólo el afán por el poder o el bienestar económico.
Nuestro país necesita hombres y mujeres de verdad, que le entren al cambio, desde el oficio o carrera que tengan.
Basta de odios, de desquites, de chismes, a mí no me importa quién se acuesta con quién, me importa que los funcionarios hagan su trabajo que para eso cobran muy bien y que nuestros políticos dejen de hacer grillas en otros estados y se pongan a cumplir con su responsabilidad.
Como ciudadana de este estado de Coahuila exijo me den cuentas todos los legisladores de todos los partidos, llámese un Guillermo Anaya, un Batarse, un Villegas, Verónica Martínez, Shamir Fernández, y etcétera, etcétera, pues podría pasarme el día numerándoles y de nada serviría. Deseo conocer sus proyectos legislativos, en cuántos foros se han presentado, cómo han votado en leyes fundamentales para el país, cuáles son sus labores de gestoría, cuánto gastan en nóminas, viáticos...
Para el que haya leído a Neruda, recordará que el compromiso de la libertad y la justicia la llevaba en el corazón, no tengamos miedo, ni de rumores, seamos democráticos, decentes y humanos cada día de nuestra existencia y sonríe, sonríe y saluda, pero sobre todo sé crítico y exige cuentas.
Torreón, Coahuila.
Flor Medrano Echeverría