El arcaico asfalto
Ahora con la bachiza y el paisaje lunar que nos dejan las lluvias, debemos reconsiderar seriamente como sociedad seguir usando el arcaico asfalto.
Debe pasar a la historia este sistema de pavimento por la sencilla razón que sale carísimo en función de lo que dura, al comprar un metro cuadrado de pavimento asfáltico entre sub-base, base, riego de liga, impregnación y asfalto cuesta aproximadamente 200 pesos y dura cuatro años máximo, es decir, 50 pesos por año y el concreto armado cuesta aproximadamente 400 pesos y dura 40 años mínimo, lo que nos arroja 10 pesos por año.
Salta a la vista el gusto de los países pobres como nosotros de no analizar los proyectos a corto, mediano y largo plazo; fíjese usted, ni siquiera sabemos que el rozamiento de la llanta de caucho contra el asfalto es de 5 por ciento mayor al concreto, es decir, consumimos 5 litros más de gasolina por cada 100 litros en las carreteras de asfalto y contaminamos más. Y por este pequeñísimo asuntillo, los países ricos ahorran millonadas en combustibles fósiles y en los tiempos de traslado, amén del calor atmosférico.
Así pues el manejo de los proyectos en nuestra nación está regido salvaje e impunemente por el periodo que dura el funcionario y no por la trascendencia del proyecto mismo.
Los señores diputados deben legislar de tal manera que absolutamente todos los proyectos de cualquier tipo, no únicamente de construcción se analicen a corto, mediano y largo plazo porque, como están las cosas, les importa un cacahuate a todos los señores políticos lo que sucederá cuando ellos dejen el cargo, lo que demuestra una absoluta irresponsabilidad de los funcionarios o a lo mejor ignorancia que resulta peor, pero más irresponsables somos los ciudadanos por permitirlo.
Por su madrecita santa, olvídense ya del asfalto.
Torreón, Coahuila.
Arturo P. Salas Juárez.
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Otra vez... el mismo cuento
Es el cuento de cada vez que llueve: aparecen los baches en todas partes de la ciudad. Es la historia de siempre: pavimentan-llueve-baches, en ese orden o viceversa.
Ya todos los laguneros sabemos cómo inicia la historia y también sabemos que nunca termina, nunca tiene un buen final, es una historia sin fin.
En Torreón y en general en la Comarca Lagunera, somos agraciados de no tener que sufrir comúnmente con tragedias como las que pasan algunos paisanos de Nuevo León, Tamaulipas, los mismos coahuilenses, oaxaqueños y demás, por las inundaciones, sin embargo, aquí sufrimos cada año de los tremendos baches que nunca acaban.
Es el cuento de nunca acabar y así es el cuento que siempre nos venden los políticos, no se saben otra, esas repavimentaciones en nada ayudan; es de mala calidad el material que emplean para tapar los hoyos o para recarpetar. ¿Por qué no usan otro material como concreto? Pues fácil, porque si usan de concreto, al año siguiente no tienen obras que anunciar en sus informes de gobiernos, porque el concreto dura muchos años y el asfalto sólo de un año para otro.
Ojalá y nuestros gobernantes, tanto alcaldes, como senadores y diputados (locales y federales) y demás funcionarios, del partido que sean, ya no sólo hagan propuestas buenas, sino que obras de largo plazo y funcionales.
Anónimo