El cardenal Sandoval Íñiguez y su triste espectáculo
Mister MacIan y Mister Turnbull son los personajes fantásticos de una novela magistral escrita por Chesterton -inglés- en 1910. MacIan es un cristiano fanático y Turbull un ateo de igual catadura. Ambos son escoceses: uno agravia al otro con motivo de creencias y descreencias, es llevado a tribunales y... la trama es por demás interesante. Su relación es para exterminarse en un duelo mediante espadas medievales cuyos episodios dan lugar a discusiones de un nivel que es un deleite para la inteligencia.
Vaya cosas que le dice el cristiano MacIan al ateo Turnbull y vaya respuestas de Turnbull. Nada que ver con el triste espectáculo del cardenal Sandoval Íñiguez y varios prelados. Mucho que ver con el fondo y sustento de las creencias y las diferencias de pensamiento.
Ejemplo “...crecí y aprendí en un universo único, completo. Lo sobrenatural no era lo natural, pero sí algo perfectamente razonable. Si lo sobrenatural me resulta más razonable que lo natural, pues lo sobrenatural es un mensaje directo de Dios que es la razón...”, afirma Mr. MacIan a su adversario ateo.
Reconforta en estos momentos de vergüenza que generan Sandoval Íñiguez y sus corifeos, encontrar tan elevados testimonios de disputa, con ideas, con respeto y con amor.
Una novela y un escritor que cien años después son literatura fresca, bella e inteligente además de muy simpática. La recomiendo por ella misma y por la diatriba nacional de la que somos testigos. Ojalá la leyeran muchos presbíteros y muchos laicos.
Ramón María Nava González.
***
Ilegales apoyan lo legal en la Comarca Lagunera
¡Qué incongruencia está pasando en la Comarca y en todo el país!
Leí en su prestigiado diario de noticias que la agrupación de carros ilegales de Onappafa está apoyando los operativos de tránsito contra la circulación de autos que no traen sus respectivas placas.
Cómo es posible que una agrupación que se encuentra a todas luces fuera de la ley para regularizar carros de procedencia extranjera en su gran mayoría ilegales, esté en contra de autos mexicanos sin placas, siendo que el que es buen juez, por su propia casa debe empezar, al exigirle a sus agremiados la portación de placas y los pagos de tenencia correspondientes.
No me explico cómo las autoridades permiten este tipo de anomalías.
Normalmente son carros de desecho de Estados Unidos y aquí en México además de la regularización, deberían exigirles por lo menos que afinaran los motores para evitar tanta contaminación ambiental.
Nótese que no estoy en contra de que personas de pocos recursos económicos tengan su carrito, pero que no abusen sus dirigentes.
Propietario de un carrito mexicano.