‘Alberca sucia’
Acudo a ustedes para señalar algunos aspectos de la alberca del IMSS de Gómez Palacio. Asistimos desde bebés de meses hasta personas de la tercera edad, la alberca se ocupa todo el día y tenemos excelentes entrenadores.
El problema que tenemos es que generalmente se encuentra en condiciones de higiene muy por debajo de lo que debía esperarse de una institución que se dedica al cuidado de la salud.
El agua está muy turbia y la higiene en baños y vestidores deja mucho que desear, generalmente cuando se limpia son las madres de familia que llevan ahí a sus hijos.
En tres años que llevo asistiendo a ella sólo a principios del mes de agosto vimos por primera vez el fondo de la fosa de clavados, el agua estaba limpia, nos enteramos que habían contratado a una empresa para darle servicio, pero el gusto nos duró poco.
Yo platiqué con una de las personas de esa empresa y me comentó que el personal de mantenimiento les había ordenado ya no hacer el servicio y sólo surtirles los materiales y ahí se acabó el encanto.
Ya he acudido en repetidas ocasiones a la Secretaría de Salubridad con personal del ingeniero Romero Torres, especificamente con la señorita Linda Huerta, pero no he tenido una respuesta favorable
Gómez Palacio, Durango.
Susana Cortés,
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‘No a la intolerancia’
Este comentario no va dirigido en contra de las personas que profesan la religión católica, es solo una crítica hacia los que la dirigen, principalmente a aquellos intolerantes que se alejan día con día de los creyentes, que han despegado los pies de la tierra, y han tomado demasiado en serio aquello que, disque son “príncipes de la iglesia católica”.
Estos mismos que le han perdido la confianza a las personas comunes y corrientes como usted y como yo, porque nos quieren defender de la inmoralidad y la herejía de aquellos seres humanos que tienen preferencias sexuales por seres humanos de su mismo sexo.
Durante toda la historia de la humanidad estos seres humanos siempre han existido, y también han existido los intolerantes hacia ellos, esto todos lo sabemos, no necesitamos que personas que son igual que cualquiera de nosotros vengan a tratar de enseñarnos como convivir con la homosexualidad; porque todos los representantes de la iglesia católica son seres humanos como nosotros, desde el cura de la iglesia mas pequeña hasta el Papa, ellos decidieron dedicarse a esta profesión, nadie los eligió.
El señor cardenal Juan Sandoval Iñiguez, por su posición dentro de la Iglesia Católica es el menos indicado para criticar a los homosexuales en la forma como lo ha hecho recientemente, con estos desplantes provoca a la violencia, el Cardenal puede llegar a ser responsable de ataques graves a homosexuales. Es por eso que debemos manifestar de alguna manera nuestro descontento con éstas ideas, una forma pacifica es mandar una carta a las autoridades de la Iglesia Católica de nuestra comunidad, manifestando nuestro rechazo a este tipo de acciones por parte de cualquiera de sus representantes.
José Luis Llanes Jaramillo.
