Conagua aclara postura:
En relación a la nota informativa publicada en la edición de ayer 1 de octubre en El Siglo de Torreón, titulada “Estado no sabe de presas, dice Conagua”, deseo comentarle que no es, ni ha sido el ánimo de la Comisión Nacional del Agua descalificar a las instituciones de gobierno, sino al contrario sumar esfuerzos y aclarar aquellas dudas que pudieran prevalecer en torno a la decisión de abrir las compuertas de las presas.
En este sentido, deseo comentarle que durante la entrevista que sostuvimos ayer (jueves) con la reportera de su prestigiado medio, textualmente externamos que, probablemente la queja del Gobierno del Estado de Coahuila se debiera a desinformación y, reconocimos, que tal vez, sea de nuestra parte, la falta de capacidad para poner en lenguaje ciudadano la información técnica que disponemos en torno a los niveles de almacenamiento de la presa Lázaro Cárdenas.
Creemos que al hablar de que la presa se encuentra al cien por ciento de su capacidad al Nivel de Aguas Máximo Ordinario (NAMO) se ha creado cierta confusión; ya que el alcanzar esta condición no significa que la presa esté a su punto máximo. Al superar el NAMO, es cuando inicia la toma de decisiones en torno a las políticas de operación para protección civil.
Me parece importante externarle lo anterior y dejarlo a su consideración, para una aclaración en su afamado diario.
Director General del Organismo de Cuenca.
Ingeniero Óscar Gutiérrez Santana,
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El seno materno, santuario de vida
Vimos, en televisión, el llanto entre alaridos, de algunas personas por las ballenas arponeadas. ¿ Y podremos permanecer insensibles por la suerte de tantos niños abortados?
Su muerte injusta y cruel, a muchos nos entristece y arranca lágrimas amargas de una pena profunda y de gran indignación.
La Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas de Argentina, ha tenido la valentía de definir el aborto como lo que es: “la muerte provocada de niños antes de su nacimiento”.
En este punto, los conocimientos científicos coinciden con la sabiduría popular. El seno de la madre es el santuario de la vida, la casa del niño por nacer, y se profana cuando alguien lo convierte en un lugar de martirio.
¿Hay derecho a torturar al pequeñín y a matarlo? Ante esa acción depravada, se rebela cualquier persona de conciencia recta o con un mínimo de sensibilidad. El aborto provocado envilece.
Por eso, sus promotores recurren a eufemismos, como si el cambio forzado de las palabras pudiera producir el cambio de la realidad de las cosas.
Josefa Morales de Santiago.