Lagunero audaz
La hipótesis planteada por Édgar Salinas, director de la revista “Acequias”, en su libro “Arqueología de un Imaginario: La Laguna” se centra en un punto de reflexión y de oportunidades si consideremos que La Laguna es una de las ciudades más jóvenes del país que goza de una ubicación geográfica ventajosa más que problemática, según la forma en cómo dirigirlo.
Recordemos a La Laguna pujante, contando con sólo 200 habitantes en sus inicios y estando ligada estrechamente al ferrocarril. Durante el Porfiriato, se presentó un alto crecimiento poblacional con el surgimiento de la zona algodonera; obteniendo diversos productos como el aceite, la pólvora, jabón, fibras para el papel moneda, etc.
Por el lado contrario, en Torreón se llevaron a cabo varios combates de la Revolución Mexicana, entre los federales y las tropas de Pancho Villa.
La Laguna, considerándola como un punto de cruce, ofrece oportunidades de crecimiento económico, a veces ha sido de beneficio y otras de afectación; con la época algodonera hubo abundancia, y de afectación en la Revolución.
Hoy nos encontramos en la etapa de culminación del proceso histórico de expansión capitalista “la globalización” que permita una libre circulación de capitales: financiero, comercial y productivo. Y en Torreón, los que dicen pertenecer al sector económico de la región, aclaman por un gobernador lagunero con intereses disfrazados. Buscan la seguridad de que el estandarte estatal sea de su grupo selecto y dentro de sus funciones sea el velador de intereses comunes, que solvente sus actividades emprendedoras o ficticias.
No perdamos de vista que la contienda es para un gobernador estatal, que incluya es sus propuestas a todos los municipios integrales del Estado de Coahuila y no a un grupo específico de personas en busca de su rescate personal y económico.
Torreón, Coahuila.
Nadya Sharlene López Ortega,
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Descriminación velada
Es inconcebible que en pleno siglo XXI en nuestro país, supuestamente “regido” por leyes antirracistas y antidiscriminatorias, habitado en su gran mayoría por población morena, en la práctica y en la realidad de la vida cotidiana, este segmento tenga menores oportunidades de trabajo y de desarrollo laboral y profesional,no obstante en muchos casos sus cualidades y capacidades superen con creces a las de los “caucásicos” -es decir a los blancos-, operando una discriminación más que obvia.
Basta voltear a ver el color de la mayoría de altos ejecutivos empresariales y gubernamentales, a los conductores de televisión, actores, páginas de sociales, revistas del corazón y hasta anuncios en publicaciones solicitando para comerciales de cine y televisión a niños, jóvenes o adultos con “tipo europeo”, evitando con toda intención mencionar la palabra “blanco”, ejemplos clarísimos de la gravísima injusticia del fenómeno, que en la realidad, impide en México una igualdad como la establece nuestra Constitución y que además es un factor que dificulta severamente la integración y cohesión tan necesarias en este y todos los tiempos en nuestra patria.
Madrid, España
Francisco Benavides Beyer.