Sobre la delincuencia en La Laguna
Un hogar violado o violentado por ladrones deja casi siempre a una familia llena de odio, rencor, frustración, impotencia y mucho miedo.
Es triste ver a una familia pasar por ese trance estúpido y sin razón verdadera de ser, que la lleva a modificar prácticamente toda su existencia, desde la infortunada sorpresa del descubrimiento del evento hasta el engorroso, inútil, largo y fastidioso reporte ante el Ministerio Público, pasando por el ingrato sentimiento de debilidad y fragilidad de ese espacio que sentía propio y seguro y que ahora sabe que no lo es más.
Ese patrimonio que en la mayoría de las ocasiones costó mucho lograrlo, ha desaparecido y con la casi absoluta seguridad de que no se recuperará nada nunca, esos objetos llenos de valor económico y sentimental ya no regresarán y habría que agregar el costo de la afectación física a la vivienda, hacen de todo esto un daño enorme y muy difícil de reparar.
Los causantes de esta tragedia siguen tranquilos por las calles y si por alguna causa fortuita o circunstancial llegan a ser aprehendidos, nunca repararán el daño causado y sólo pasarán unas cortas vacaciones con gastos pagados en la cárcel y luego de nuevo a las andadas, aquí no pasó nada.
Nuestras leyes, mínimamente, deberían de obligarlos a reparar el daño patrimonial causado, poniéndolos a trabajar hasta que lo cubran, ya sea en la obra o en algún otro trabajo manual que les cueste un esfuerzo y así mismo que también paguen por su estadía y alimentación en la cárcel. ¿Por qué tener que alimentarlos y sostenerlos con dinero del erario?
Si no se modifica el sistema penitenciario, nunca se acabarán las visitas guiadas y pagadas de estas personas.
Higinio Cázares Ureña,
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Rampas para personas con capacidades diferentes
Pedimos a las autoridades correspondientes, que revisen los edificios públicos y privados, que tengan rampas o elevadores para los discapacitados, ya que el otro día observé que en una sucursal bancaria cerca de la Alameda que no pueden ingresar los discapacitados, ya que el edificio está muy arriba del nivel de la calle y para acceder únicamente tiene escaleras, y una persona en silla de ruedas no puede subir.
Gracias.
Rafael Piña Sánchez,