‘No es posible que el país otra vez quede dividido’
En 1810 fue la Guerra de Independencia, en 1910 la guerra de la Revolución, en 2010: ¿diferida al 2012?
Nuestra República Mexicana ya pagó su cuota de sangre de mexicanos patriotas, así en la Independencia como en la Revolución, unos por la emancipación del país, defendiendo su soberanía, otros por las injusticias, falta de libertad, desprecio a la voluntad del pueblo, traiciones, gobiernos impostores y malos gobernantes.
Parte de la actual crisis que vive el país en inseguridad, falta de credibilidad en el gobierno y sus políticos y partidos, falta de inversión privada o extranjera, falta de empleo, falta de acuerdos entre poderes se debe principalmente a que en las elecciones presidenciales de 2006 existieron razones para saber que hubo un fraude electoral, pues no hubo la certeza que el declarado ganador haya triunfado con votos.
Pues el IFE y el Trife estuvieron integrados por un presidente y sus consejeros fueron designados no elegidos porlas cuotas de los aprtidos e intereses personaels y de grupos económicos.
Ahora ya empieza la lucha por las elecciones que habrá en el país en 2011 y 2012, ya están nuevamente interviniendo negros intereses tanto del Ejecutivo y sus aliados, así como de los partidos políticos y hasta de algunos considerados como precandidatos, para imponer a consejeros a modo, que ejerzan dominio de la declaración de ganadores y hacer efectiva la frase del dictador José Stalin: “no ganan los que votan sino los que cuentan los votos”.
No es posible que otra vez nuestro país quede dividido, enfrentado, agraviado por otro robo electoral y nos conduzca a tener un gobierno débil, falto de credibilidad y apoyo popular y político.
Indudablemente que la aparente calma de gente inconforme, se debe esencialmente al sello y mensaje que Andrés Manuel López Obrador le ha impuesto al movimiento nacional pacífico y su Proyecto Alternativo de Nación, que ha influido en los partidos de izquierda y grupos más radicales.
De ninguna manera se desea un estallido social provocado por otra injusticia, sería desastroso, aun cuando razones no faltan al tener un gobierno mal dirigido y pésimamente administrado en franca caída libre.
Torreón, Coahuila.
Feliciano Hernández Galarza,
