Pánico. Fue necesaria la presencia de paramédicos de la Cruz Roja en la escuela Revolución donde se suscitaron disparos cuando un grupo armado se robó seis urnas; todos presentaron crisis nerviosa.
Durango
De acuerdo con información proporcionada por el Gobernador del Estado, durante la jornada electoral se contó con tres mil 600 agentes de todas las corporaciones para vigilar el proceso y según el Procurador de Justicia existía una completa coordinación entre las dependencias de seguridad de los tres órdenes de gobierno para brindar seguridad a los votantes, funcionarios de casillas y a la ciudad en general; sin embargo, el control se les salió de las manos, aceptó el Subprocurador de Justicia.
Durante todo el día se estuvieron recibiendo reportes de gente que alteraban el orden cerca de las casillas o que actuaban de manera sospechosa, por lo que se logró la detención de una veintena de personas, mismas que fueron liberadas el mismo domingo por la noche ya que no se les encontró ninguna responsabilidad delictiva.
Las patrullas se veían recorrer varios puntos de la ciudad; sin embargo, en la Comarca Lagunera balearon el vehículo de un delegado del PRI y además se robaron algunas urnas.
SE LES ESCAPARON
Mientras que en la capital del estado, minutos después de las 16:00 horas, se presentaron sujetos encapuchados y armados con potentes fusiles para robarse urnas de las casillas de Jardines de Durango, del barrio de Analco y de la colonia Valle del Guadiana.
A pesar de los mil 200 efectivos destacamentados en la capital, no se logró capturar a ninguno de los participantes en los robos.
No fueron suficientes los policías; militares mejor trabajaron solos
Los sujetos encapuchados y armados que atracaron las casillas provocaron inseguridad entre la ciudadanía; se observó a la gente que estaba en la casilla del barrio de Analco con ataques de nervios y llorando, al igual que los vecinos de la Valle del Guadiana y los funcionarios de casilla de Jardines de Durango que quisieron defender sus urnas pero contra delincuentes empistolados no pudieron hacer nada.
Estos ataque se presentaron en lugares de fácil acceso y ningún policía logró ver para dónde huyeron los delincuentes.
Al respecto, el subprocurador de Justicia, Ramiro Ortiz, informó que existen algunas líneas de investigación y se está analizando la similitud de los hechos y el "modus operandi".
Aceptó que debido a que en la ciudad no había antecedentes de violencia, el control se les salió de las manos.
Por su parte, Valentín Romano, secretario de Seguridad Pública, comentó que no fueron suficientes los mil 200 elementos que estaban destacamentados en la capital y consideró que estos hechos violentos se perpetraron para desestabilizar la votación y provocar pánico.
Además, dijo que en Lerdo, en el momento en que se reportó el robo de algunas urnas, los policías iniciaron una persecución y lograron asegurar dos camionetas de doble cabina y armamento.
Finalmente, dijo que no estaba de acuerdo en la declaración de algunos candidatos que señalaban que fueron los mismos policías los que originaron el robo, comandados por el Gobernador del Estado.