Son las víctimas ocultas de las huelgas en Francia: cerca de mil 600 marineros extranjeros atrapados en 80 barcos en los puertos del sur de Marsella, la mayoría de ellos imposibilitados para llegar a la costa que está tan cerca. Los marineros han quedado atrapados en una lucha de poder entre los sindicatos franceses y las autoridades portuarias que prácticamente ha cerrado las terminales petroleras más grandes del país, una faceta de las huelgas en Francia que le cuestan a la economía 400 millones de euros al día.
Aun cuando no es extraño para ellos quedarse a bordo de sus buques por meses, su extraña situación ilustra cómo un conflicto francés trastorna las vidas de marineros de todas partes del mundo.
La huelga portuaria, al igual que la del transporte y la de las refinerías de Francia, es en parte una protesta por el plan del Gobierno conservador para elevar de 60 a 62 años la edad de retiro. Pero también es más compleja.
Comenzó el pasado 29 de septiembre y se mantiene vigente.