Íker Casillas sostiene el trofeo de la FIFA en el Estadio Azteca, seguido por su compañero de la selección española Carlos Marchena.
El juego entre México y España, que terminó con empate a un gol, dejó con un sabor agridulce a los aficionados al futbol, quienes esperaban una mayor entrega y disposición por parte de ambas selecciones, ya que no mostraron un nivel de acuerdo a sus nóminas y capacidades e incluso algunos seguidores que se dieron cita al Coloso de Santa Úrsula calificaron el compromiso como un fraude o engaño.
El sentir de la afición, ayer miércoles también fue compartido por los jugadores de la Furia Roja, tal y como lo manifestó el andaluz Carlos Marchena, quien espera que nunca más vuelvan a disputar un partido en plena pretemporada y en una ciudad tan complicada:
"Ha sido un partido muy raro, sin sentido. La primera lectura que hay que hacer es que no se ha lesionado nadie. Espero que aprendamos y que no se vuelva a repetir. Hay que cuidar a los futbolistas, el partido de hoy tenía todas las condiciones para que el jugador se haga daño. No se ha tenido en cuenta ningún factor que debería tenerse en cuenta a nivel profesional, a la vista está que hay compañeros que han jugado y sólo habían entrenado un día", comentó a la cadena "Ser" el defensor del Villarreal.
Por otro lado, el jugador de 31 años, resaltó que afortunadamente no perdieron el compromiso y lograron librar de buena forma su primer partido tras haber ganado el Mundial de Sudáfrica:
"Somos un equipo ganador, que no da un partido por perdido y que gracias a nuestra profesionalidad hemos resuelto un trámite complicado, ya que ellos se adelantaron en el marcador y nosotros llegábamos fuera de forma en la mayoría de los casos. Además, mi récord de imbatibilidad con la Selección continúa vigente. Ya llevo 56 partidos sin conocer la derrota. Por eso, al marcar Silva ha venido todo el banquillo a abrazarme.