Una seguidilla de fuertes sismos remecieron la madrugada del miércoles al centro sur chileno, el mayor de magnitud 6,5 en la región del Bio Bío y La Araucanía, algunas de las zonas más afectadas por el terremoto y tsunami de febrero, causando alarma, aunque no víctimas ni daños.
El Servicio Geológico de Estados Unidos, informó que el último de los sismos de magnitud 6,5 se registró a las 04.32 horas de la madrugada (08.32 GMT), y siguió a uno de magnitud 5,3, ocurrido 11 minutos antes. Luego se informó de al menos un par de réplicas.
Freddy Rivas, director regional de La Araucanía de la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (Onemi), dijo que el temblor más fuerte "se pudo percibir con intensidad en toda nuestra zona costera". Agregó que no hubo lesionados ni daños.
El epicentro del mayor temblor se ubicó a 55 kilómetros de Lebu, 640 kilómetros al sur de Santiago, a una profundidad de 28 kilómetros.
El anterior se ubicó a 50 kilómetros de la misma ciudad, a una profundidad de 22 kilómetros.
La Onemi dijo que no hubo "daños a personas, servicios básicos ni obras de infraestructura" en ninguno de los dos primeros temblores.
En la localidad de Tirúa y en pueblos aledaños, distantes unos 570 kilómetros al sur, las personas huyeron hacia zonas altas por temor a un tsunami, informaron las autoridades.
Las regiones afectadas la madrugada del miércoles y otras cuatro fueron asoladas por el terremoto y tsunami de febrero, que causó 521 muertos y 56 desaparecidos, 200.000 familias sin hogar o con sus viviendas seriamente dañadas.
Más de 50,000 familias viven actualmente hacinadas en habitaciones de madera de 18 metros cuadrados, en medio del constante lodazal producto de las persistentes lluvias invernales.