Violencia. Un soldado afgano vigila la zona cercana al lugar donde se ha producido un atentado suicida en Kunduz. EFE
Un ataque aéreo de la OTAN mató al menos a 25 supuestos insurgentes en el este de Afganistán, informó la coalición ayer sábado, en tanto que al menos 22 civiles murieron en una ola de ataques días antes de que la Casa Blanca revise su estrategia en la guerra.
La OTAN dijo que un destacamento pidió apoyo aéreo después de ser amenazado por los insurgentes en el distrito de Nari, en la provincia de Kunar, cerca de la frontera con Pakistán, una zona donde han ocurrido combates intensos.
La coalición dijo que otra patrulla de la OTAN en el distrito de Dara Pech en la misma provincia fue atacada el sábado con armas de mano y lanzagranadas. Las fuerzas de la coalición contraatacaron, agregó, y mataron a un número indeterminado de rebeldes.
También en el este, unas 500 personas se congregaron en Paktia al grito de "¡Mueran los estadounidenses!", luego que circularon rumores de que siete miembros de una empresa privada de seguridad murieron en una operación de la OTAN.
La alianza dijo que investigaba el incidente, ocurrido después que fuerzas de la coalición detuvieran a un presunto insurgente e intentaran despejar el área. Los soldados de la OTAN mataron entonces a un hombre que se acercó con un fusil automático.
"Varios individuos armados atacaron entonces a la fuerza y murieron siete individuos", dijo la alianza en una declaración. "Las fuerzas de seguridad se toman muy en serio las denuncias de bajas civiles e intenta establecer quiénes eran esas personas, por qué iban armadas y qué hacían en la zona a esa hora de la mañana".
En el distrito de Khan Neshin, de la provincia sureña de Helmand, ocurrió un atentado con bomba la noche del viernes. Un camión de carga que transportaba lugareños a un mercado próximo pisó la bomba y la activó. Murieron 15 civiles, todos hombres, dijo Daúd Ahmadi, portavoz del gobernador provincial.