El director y actor mexicano Diego Luna confesó hoy que tanto él como su amigo y colega Gael García Bernal ya no tienen la misma energía que hace 10 años para ver películas e ir a fiestas en festivales, aunque aseveró que sí mantienen el mismo espíritu e ilusión.
El director y actor mexicano Diego Luna confesó hoy que tanto él como su amigo y colega Gael García Bernal ya no tienen la misma energía que hace 10 años para ver películas e ir a fiestas en festivales, aunque aseveró que sí mantienen el mismo espíritu e ilusión.
Respecto a la forma en que ambos realizadores viven esta edición del Festival de Cannes, una década después de su primera visita, Luna dijo a Notimex que ya no son los mismos.
"Digamos que tenemos el mismo espíritu, la misma ilusión, pero no la misma energía", expresó el actor, quien hoy estrena su primer largometraje como cineasta, "Abel", en una sesión especial organizada por la dirección del festival de cine de Cannes.
"En esas épocas, hace 10 años, podíamos pasar cuatro o cinco días sin dormir y no pasaba nada. Ahora eso ya quedó en el pasado", confesó Luna, quien está satisfecho de haber sido seleccionado para estrenar su película en este encuentro fílmico.
"Además, por suerte es una experiencia mucho más completa ahora, vengo con el equipo, con mi padre, y vengo a compartir y a estar. Quiero tomármela con calma, no se trata de ir a un evento y luego a otro. Quiero vivir la experiencia de la película", aseguró.
"Cuando veníamos intentábamos ver todas las películas, ir a todas las fiestas, ahorita, por suerte, estoy muy contento con lo que nos va a pasar, con lo que le va a pasar a la película, y sólo quiero tiempo para disfrutarlo", subrayó Diego Luna.
El actor también aseguró que su amigo Gael, quien funge en esta edición de Cannes como presidente del jurado que entrega la Cámara de Oro, estará esta noche en la proyección de gala de "Abel", en el Palacio de Festivales.
"Es el productor de la película, así que ahí estará", dijo sonriendo Diego Luna, quien se aloja con sus actores y los niños protagonistas de su filme en una villa a las afueras de Cannes, bautizada "Aguascalientes".
