Hay batallas que se ganan y otras que se pierden. En las últimas sesiones del Congreso estadounidense dominado por los demócratas, Barack Obama se anotó el jueves un triunfo legislativo más: la Cámara de Representantes aprobó la DREAM Act, una iniciativa que beneficiará anualmente a unos 65 mil estudiantes indocumentados hispanos, pero Obama perdió el viernes una batalla con el rechazo del Senado de terminar con la llamada "Don't Ask, Don't Tell" (DADT), una política que prohíbe indirectamente el servicio militar a gays y lesbianas.
Durante la campaña presidencial Obama había prometido una y otra vez que al llegar a la Presidencia acabaría con la DADT en el Ejército, que trabajaría por poner fin a la discriminación y a la violencia en contra de personas LGBT (lésbico-gays-bisexuales y transgénero), especialmente en el Ejército. Y es que las opiniones en torno a esta ley han cambiado dramáticamente en los últimos años. La última encuesta de Gallup revela que hasta un 67% de los estadounidenses está a favor de terminar con esta discriminación en contra de gays y lesbianas en el Ejército estadounidense, al tiempo que hace 17 años un 70% de los estadounidenses favorecía la ley.
El tema es importante porque de acuerdo con la Red de Defensa Legal para Miembros de los Servicios Armados, unas 11 mil 700 personas han sido despedidas de las Fuerzas Armadas estadounidenses entre 1993 y 2006, debido a su orientación sexual. Esos efectivos militares habían sido capacitados como pilotos aviadores de combate, eran doctoras o enfermeros militares con un alto grado de especialización o eran traductores políglotas. Para la capacitación de los reemplazos de dichas plazas, el Departamento de Defensa ha gastado unos 285 millones de dólares.
En 1993 el entonces Presidente Bill Clinton y el grupo de generales de más alto rango en el Ejército, agrupados en el llamado Joint Chieff of Staff, trataron de hallar una solución al ingreso a la vida militar por parte de gays, bisexuales y lesbianas. Clinton había prometido durante su campaña que terminaría con la discriminación en las Fuerzas Armadas contra estos grupos, pero ya en la Presidencia se vio forzado a negociar con los generales y a aceptar la fórmula Don't Ask, Don't Tell, por la que se prohíbe a los mandos militares preguntar explícitamente sobre la orientación sexual de los efectivos militares.
A 17 años de su instrumentación, Don't Ask, Don't Tell no ha obtenido los resultados esperados. Por el contrario, los mandos militares han encontrado formas para darle la vuelta a la política y retirar de los servicios armados a gays y lesbianas. Uno de los casos más públicos fue el de la Capitán Monica Hill, quien en agosto de 2001 pidió un permiso especial para ausentarse del servicio por una corta temporada para cuidar a su pareja, con la cual había pasado más de 14 años. La pareja de Hill falleció debido a un cáncer pulmonar el 11 de septiembre de 2001 y a su reingreso a la Fuerza Aérea, la Capitán fue dada automáticamente de baja por haber salido del clóset al pedir el permiso de ausencia temporal.
De los 26 miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) sólo Estados Unidos y Turquía mantienen una política de discriminación hacia gays, lesbianas y bisexuales. En Estados Unidos el Departamento de Defensa es el mayor empleador de la burocracia federal, al tener bajo su nómina directa a unas 700 mil personas, pero es también la única dependencia federal que mantiene una política de discriminación laboral por orientación sexual.
El debate en torno a la participación de los gays y las lesbianas en el Ejército sigue causando divisiones entre los políticos, pero no entre los ciudadanos estadounidenses. Hoy, el intento por terminar con esta política se quedó a tres votos de ser aprobada en el Senado y los activistas LGBT han iniciado ya una campaña para forzar a Obama a que se salte al Senado y utilice su poder como Comandante en Jefe del Ejército para terminar con el DADT. Obama tiene hoy la decisión de emprender esa batalla y tiene el respaldo de la mayoría de los estadounidenses, sólo es cuestión de voluntad.
Politólogo e
Internacionalista
Twitter @genarolozanos