ESTOCOLMO, SUECIA.- El elusivo australiano detrás de la mayor filtración de documentos en la historia de Estados Unidos, es requerido en Suecia en una investigación de abuso sexual y, pronto, podría enfrentar una orden de arresto internacional que restringiría su capacidad para saltar de un país a otro.
Una corte sueca aprobó el jueves pasado una moción que autoriza que Julián Assange, fundador del sitio Wikileaks, sea puesto bajo custodia de las autoridades para ser interrogado. La medida abre camino para que los fiscales soliciten su arresto en el exterior mediante la Interpol.
Assange, cuyo paradero es desconocido, es sospechoso de violación, agresión sexual y coacción ilegal. El hombre de 39 años niega las acusaciones, que surgen de sus encuentros con dos mujeres durante una visita a Suecia en agosto.
El abogado de Assange en Gran Bretaña, Mark Stephens, dijo que éste mantuvo relaciones sexuales con consentimiento mutuo con las dos mujeres, las cuales se pusieron en su contra una vez que descubrieron de la relación que el australiano tenía con cada una.
LEVANTAN SOSPECHAS
La evolución irregular del caso, en el que fiscales de distintos rangos se han contradicho, ha levantado sospechas sobre el sistema legal de Suecia, así como teorías conspiratorias sobre las agencias de inteligencia que buscarían silenciar y desacreditar a Assange y Wikileaks.
El sitio de Internet ha publicado casi 500 mil documentos secretos de Estados Unidos sobre las guerras de Afganistán e Irak.
Gobiernos y algunos de los propios colegas de Assange han condenado la filtración de documentos afganos en los que se detallan nombres de fuentes de inteligencia de la OTAN, señalando que las podría poner en peligro.
Luego que los cargos surgieron por primera vez en agosto, Assange le dijo a un tabloide sueco que ya él había advertido que el Pentágono tenía planeado usar trucos sucios para torpedear a Wikileaks. Luego, le dijo a TV4 de Suecia que no estaba señalando a nadie.
