Rezos. Kirguises rezan por las víctimas de los pasados enfrentamientos entre Policía y seguidores de la Oposición.
El Gobierno provisional de Kirguizistán dijo ayer que el presidente depuesto del país centroasiático ha de ser juzgado, rechazando una oferta previa de otorgarle garantías de seguridad.
El comunicado del mandatario interino, Roza Otunbayeva, refleja la dureza de las nuevas autoridades del país, las cuales se muestran cada vez más impacientes ante la negativa del presidente Kurmanbek Bakiyev a dimitir.
Bakiyev, quien se refugia en un poblado en el Sur del país, manifestó que se negará a cualquier intento de arresto y aseguró que eso provocará violencia.
Otunbayeva y otros habían ofrecido con anterioridad a Bakiyev una vía segura fuera del país si dimitía de forma voluntaria.
La situación ha puesto en duda la estabilidad del país, lo que representa un temor para Occidente, ya que la base aérea estadounidense de Kirguizistán es un elemento crucial para la campaña militar internacional contra los talibanes en Afganistán.
"La gente me está criticando por ser demasiado suave y aseguran que no debería haber garantías de seguridad para él", dijo Otunbayeva en televisión. "La gente exige que Bakiyev vaya a juicio".
Bakiyev abandonó la capital, Bishkek, el miércoles después que una protesta contra la corrupción gubernamental, mayores facturas por parte de las empresas de servicios públicos y violaciones crecientes a los derechos humanos acabaran en episodios de violencia que dejaron 81 muertos. Los manifestantes acabaron irrumpiendo en edificios del Gobierno.
Bakiyez pidió a Naciones Unidas que envíe soldados de paz a Kirguizistán para prevenir más disturbios. El funcionario hizo la solicitud a través de la agencia noticiosa rusa RIA Novosti desde su casa en la región de Jalal-Abad.
Por otro lado, la ONU, la Unión Europea y la OSCE instaron al Gobierno provisional de Kirguizistán a tomar urgentes medidas para estabilizar el país tras los recientes violentos sucesos que llevaron al derrocamiento del presidente, Kurmanbek Bakíev.
