Legisladores consideraron que el gobierno federal no debe rescatar a Mexicana de Aviación.
El presidente de la comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, Mario Alberto Becerra Pocoroba (PAN), consideró que rescatar a Mexicana de Aviación "no es lo óptimo" para el gobierno.
Sobre el papel del Congreso de la Unión, dijo que se trata de una empresa privada, por lo tanto están acotados por la ley a intervenir. Sin embargo, dijo que podría crearse una comisión para conocer la realidad de la empresa, pero no hacer juicios de valor y mucho menos juzgar a un particular.
Aceptó sin embargo que evidentemente es un servicio importante para la población.
Pero de ahí -dijo- a que el gobierno tome para sí nuevamente la empresa y asuma los costos tan elevados que tiene y pasivos tan importantes, es una decisión que en los momentos actuales debe ser muy meditada.
Pocoroba dijo que el papel del gobierno debe ser de "mero espectador" sin embargo afirmó que podría platicar también con diferentes directivos de la empresa y las partes involucradas.
El diputado federal dijo que hay indicios de que se trata de un conflicto de carácter laboral, entre los propios trabajadores, azafatas y pilotos y la empresa.
En ese sentido, el gobierno federal podría conocer con más cercanía la situación de la empresa, para ver alguna medida de recomendación que adopte, para salir del concurso mercantil.
Pocoroba dijo que el gobierno podría fungir como intermediario.
El diputado federal del PRI, David Penchyna, coincidió en que Mexicana de Aviación es una empresa privada y más bien debe buscarse financiamiento para su rescate.
Consideró que si el Congreso de la Unión creara una comisión especial cada que una empresa está en riesgo de quebrar, no acabarían con el trabajo.
Penchyna centró el debate en que el gobierno federal no cuenta con una banca de desarrollo que cumpla su función.
"Es una expresión del fracaso de la banca de desarrollo", dijo.
Afirmó que el gobierno debe preocuparse por políticas crediticias óptimas.
El diputado del PRI insistió en que el gobierno federal debe tener una banca de desarrollo seria, y no tirar el dinero.