Diversificación. En la fotografía, el director ejecutivo de Google, Eric Schmidt, durante una rueda de prensa.
LOS ÁNGELES, EU.- Fundado en un garaje californiano, Google ha pasado en menos de 15 años de ser un sencillo buscador en Internet a convertirse en una multinacional tecnológica cuyos intereses navegan mucho más allá de los contenidos de las páginas web.
Actualmente, este gigante de Silicon Valley tiene su vista puesta en la diversificación de su actividad económica en sectores como las telecomunicaciones, la energía o la automoción y todo apunta que pronto se sumarán nuevos horizontes a esta empresa en expansión.
En la raíz de su crecimiento se encuentra la gran capacidad que tiene Google para procesar información a través de su red de centros de datos, el auténtico corazón de Internet, que sólo rivaliza con empresas como Microsoft.
Unos pilares que permitieron dar vida en la "nube" a todos los servicios que fueron surgiendo alrededor del buscador, seña de identidad de la compañía, y que poco a poco le fueron robando protagonismo. Así nacieron el correo electrónico Gmail, el sistema de GPS Google Maps, la cartografía en imágenes de Google Earth, el acceso en Internet a fondos documentales bibliográficos digitalizados o el más reciente Índice de Precios Google (IPG), una versión web del IPC que aún se encuentra en fase experimental, por citar unos ejemplos.
Del mundo virtual, Google dio el salto en 2007 a la fabricación de software para el creciente mercado de la telefonía móvil con el sistema operativo Android, cuya presencia se ha generalizado ya en dispositivos portátiles de nueva generación como las "tabletas" informáticas que compiten con el iPad de Apple.
El trabajo de sus ingenieros, en colaboración con expertos en robótica, les llevó a crear su prototipo de coche con piloto automático capaz de guiarse con el uso de los mapas de Google y que ha sido probado con éxito en California este año.
El automóvil recorrió ese estado de EU de arriba abajo y realizó más de 225,000 kilómetros sin conductor al volante, aunque siempre bajo supervisión y en situaciones de circulación propicias, por lo que su aplicación real aún está lejos.